La protesta convocada por colectivos que se identifican como parte de la “Generación Z” terminó en tensión en el Zócalo de la Ciudad de México, donde un grupo de manifestantes encapuchados intentó forzar el acceso a Palacio Nacional y provocó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El contingente había salido por la mañana desde el Ángel de la Independencia, con una mezcla de jóvenes y adultos que exigían justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, además de denunciar corrupción, inseguridad y falta de resultados en distintos niveles de gobierno.
La convocatoria, difundida principalmente por redes sociales, llamó a marchar de blanco y portar sombreros en alusión al político michoacano asesinado.
Sin embargo, las vallas metálicas colocadas para resguardar el perímetro de Palacio Nacional se convirtieron en el punto donde se desató la violencia, toda vez que un grupo, con los rostros completamente cubiertos, trepó sobre las barreras e intentó saltarlas, mientras otros rompieron adoquines y utilizaron herramientas para intentar derribar el cerco.
A pesar de los golpes, las pedradas y los intentos por arrancar segmentos completos de la estructura, los agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana mantuvieron la línea desde el otro lado de las vallas. Durante varios minutos se escucharon petardos y gritos, mientras otros manifestantes pedían evitar la violencia para no empañar la movilización.
La policía respondió con gas lacrimógeno después de que un grupo logró desplazar parcialmente una sección de la barrera; además, videos difundidos en redes sociales mostraron a algunos manifestantes arrastrando fragmentos de la valla mientras gritaban consignas.
En la protesta, un joven levantó una bandera inspirada en el anime One Piece, que rápidamente se volvió viral, pues la imagen fue interpretada por algunos como un intento de apropiarse del ícono de la “resistencia”, que en otros países ha acompañado movimientos sociales protagonizados por jóvenes.
A la par de los hechos violentos, diversos participantes señalaron que los ataques a las vallas fueron impulsados por grupos infiltrados, ajenos al movimiento original. Circularon, además, videos y testimonios de manifestantes que acusaron a personas encapuchadas de provocar intencionalmente los enfrentamientos para desacreditar la protesta.
En redes sociales se señaló la supuesta presencia de militantes vinculados al PAN y a organizaciones del llamado “Bloque Negro”, además de equipos de producción de Televisión Azteca —propiedad de Salinas Pliego— documentando de cerca los momentos de tensión.
Esto fue interpretado como un intento de evidenciar posibles abusos policiales como parte del golpeteo del empresario Ricardo Salinas Pliego a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, en medio de sus adeudos al SAT.

