Durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó el tema de los recientes anuncios de Donald Trump sobre los aranceles del 50% al cobre y la posibilidad de un 200% al sector farmacéutico. En su intervención, Sheinbaum expresó su preocupación, pero también mostró confianza en que el gobierno mexicano podrá manejar la situación adecuadamente.
Sheinbaum señaló que México exporta una cantidad significativa de cobre, pero aclaró que China es el principal destino de estas exportaciones, no Estados Unidos. Sin embargo, destacó que una buena parte del cobre que se exporta a Estados Unidos es chatarra que luego es refinada y usada por la industria estadounidense. De acuerdo con la mandataria, estas tarifas impuestas por el gobierno de Estados Unidos están dirigidas a proteger su economía, pero también afectan la relación comercial bilateral, ya que muchas de las exportaciones mexicanas son cruciales para la producción en ese país.
En cuanto al impacto en la industria farmacéutica, Sheinbaum explicó que, aunque una parte de las exportaciones va a Estados Unidos, el gobierno mexicano ya tiene un plan integral para fortalecer la industria nacional y explorar otros mercados internacionales. La presidenta destacó que México tiene la capacidad de cubrir la demanda interna y también generar exportaciones a otras naciones, lo que reducirá la dependencia de Estados Unidos.
La mandataria anunció que, para abordar estos temas, una delegación del gobierno mexicano viajará esta semana a EE.UU. para iniciar conversaciones en torno a este acuerdo global previamente discutido durante la cumbre del G7. Este equipo, encabezado por el secretario de Economía, contará con la presencia de funcionarios de Hacienda y Relaciones Exteriores.
Sheinbaum también hizo énfasis en que México continuará buscando alternativas para garantizar su desarrollo económico y diversificar las exportaciones de cobre, dado que este material tiene demanda a nivel mundial, especialmente en China.
Finalmente, la presidenta expresó que, aunque el gobierno de Estados Unidos tiene la potestad de tomar decisiones que afecten a la economía, México buscará siempre las mejores condiciones para su pueblo, mientras continúa explorando oportunidades para fortalecer la producción nacional.