La diputada federal de Morena, Rosario Orozco, celebró la declaratoria del 1 de diciembre como Día Nacional de las y los Alfareros, una iniciativa que busca reconocer y proteger el valor cultural, histórico y económico de la alfarería mexicana.
Durante la fundamentación del dictamen, Orozco destacó que este oficio ancestral representa un lenguaje cultural propio que ha acompañado a las comunidades mexicanas desde tiempos antiguos. Subrayó que establecer un día nacional permitirá impulsar políticas públicas para la preservación y dignificación del trabajo artesanal, así como posicionar este tema en la agenda nacional.
La legisladora convocó a los tres órdenes de gobierno, junto con sectores culturales, académicos y sociales, a coordinar acciones que reconozcan la aportación de millones de alfareros y alfareras que moldean el barro y fortalecen la identidad del país. “Cada pieza que surge del barro nos recuerda quiénes somos y hacia dónde queremos ir como nación”, afirmó.
Orozco resaltó la riqueza de la alfarería mexicana, desde el barro negro de Oaxaca, el barro bruñido de Puebla, las cerámicas de Jalisco, Michoacán y Estado de México, hasta la reconocida alfarería de Mata Ortiz en Chihuahua. Agregó que estas técnicas, lejos de ser vestigios del pasado, son expresión viva de conocimiento, arte y tradición transmitidos por generaciones.
Pese a la industrialización y la producción en serie, la legisladora enfatizó que la alfarería resiste gracias a manos firmes y comunidades comprometidas con su herencia cultural. También destacó su relevancia económica, especialmente en regiones como Puebla, donde la talavera y las zonas artesanales son orgullo nacional.
Finalmente, Orozco expresó que el nuevo Día Nacional deberá convertirse en un acto de justicia cultural y de verdadero reconocimiento para quienes, con su labor, “moldean el alma de México”.

