La acusación que hizo Donald Trump diciendo que nuestro país es un “narcogobierno”, además de la aplicación del 25 por ciento de arancel a los productos que se importan de México hacia la Unión Americana son, como bien lo dice Enrique Krauze, lo más agresivo desde hace 179 años.
La declaración que hace Trump: “Las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México”. Amén de que sostiene que: “El Gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos”. Esta declaración que es contundente y muy grave, debe de tener cierta información que respalde lo dicho. El reporte de Trump, que incluye esta declaración histórica en contra de México, tiene como ejemplo de dicha alianza entre el gobierno y los cárteles del narcotráfico el caso de Genaro García Luna, pues fue sentenciado en los Estados Unidos a 38 años de prisión.
El lunes 3 de febrero sostuvieron una plática Trump y Claudia Sheinbaum, donde se logró que se aplazará por un mes la entrada en vigor del arancel del 25 por ciento a los productos mexicanos exportados a la Unión Americana. Como bien comenta Carlos Loret de Mola: “No se ganó la guerra comercial, pero sí ganó tiempo y evitó que explotara una bomba económica”. Obviamente, yo te doy esto a cambio de qué. Y la presidenta Sheinbaum se comprometió a que de manera inmediata se enviarían 10 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte para evitar que pueda ingresar a los Estados Unidos el fentanilo y frenar el flujo migratorio.
Cabe apuntar que varios personajes de primer nivel del gobierno de Trump, entre ellos Elon Musk, JD Vance, Pete Hegseth y Marco Rubio, han declarado, asimismo, ideas muy semejantes a la de su jefe el presidente, a la vez que los cuatro miembros del gabinete concuerdan que la mejor opción es la invasión abierta para acabar de una vez por todas con el problema de los cárteles de las drogas.
En este sentido, Claudia Sheinbaum está comprometida no sólo con Trump, sino principalmente con el pueblo de México, de frenar a como dé lugar el tráfico del fentanilo y todas las otras drogas que suelen pasar al territorio estadounidense, como también frenar la migración que se da de centroamericanos, sudamericanos y, obviamente, mexicanos. Si es que no quiere que las fuerzas armadas gringas entren y actúen libremente en nuestro territorio.
En nuestro país, y principalmente en las entidades federativas, hay una gran preocupación por si se llegan a dar las deportaciones masivas, ya que los mexicanos son cerca de la mitad de los 11 millones de migrantes indocumentados que se encuentran en los Estados Unidos y que sus remesas representan cerca del 4 por ciento del PIB nacional, pues en 2024 se habrían recibido 65 mil millones de dólares por este rubro, lo cual significó un récord en la cantidad.
La situación es complicada, muy incierta y sigue siendo peligrosa. Más allá de las bravuconadas de Trump, en ningún momento él ni ninguno de los personajes gubernamentales que señalaron a México como “narcogobierno” se han retractado, u ofrecido alguna disculpa, a la presidenta Sheinbaum. Esa idea sigue rondando en la cabeza de muchos miembros del gobierno trumpista. Si el gobierno de Sheinbaum no logra en este mes de gracia frenar el tráfico de fentanilo a los Estados Unidos ni tampoco logra el flujo migratorio, la presencia estadounidense se hará cada vez más visible y violenta.