La expropiación de diferentes polígonos en la calle 46 Poniente y el tianguis La Cuchilla provocó que los focos rojos se prendieran en la burbuja del alcalde Eduardo Rivera Pérez debido a que esa decisión tomada por el gobernador Miguel Barbosa Huerta perjudicaría directamente al principal socio y aliado político del munícipe: Moisés Ortiz Bracho, dirigente de los vendedores de autopartes de esa zona y presidente del Movimiento de Organizaciones Sociales “Unidad por Puebla” (MOSUP).
Dicha organización y, sobre todo su dirigente, se convirtió en los hechos en el brazo operador de Rivera Pérez en la capital poblana y sus tentáculos lo mismo se pueden encontrar en la Central de Abasto, los tianguis de La Curva (en San Ramón) y Los Lavaderos; en organizaciones de vendedores ambulantes de diferentes unidades habitacionales, principalmente en Bosques de San Sebastián; en el mercado “Jorge Murad”, mejor conocido como la Fayuca; la ruta 38, una red de taxis y una decena de colonias populares.
A tal grado llega la alianza que, en la pasada elección de presidentes auxiliares, el MOSUP se encargó de operar a favor de los candidatos panistas e imponer sus piezas en San Pablo Xochimehuacan y San Aparicio.
Este grado de complicidad sería la principal razón por la que Eduardo Rivera ha intentado evadir la concreción del cambio de uso de suelo de la 46 Poniente y La Cuchilla para dar paso la expropiación. Ganar el mayor tiempo posible es la indicación que circula en el Ayuntamiento de Puebla para evitar perjudicar en lo mínimo al aliado.
Un predicamento, sin duda, para los panistas: ¿Cómo tomará Moisés Ortiz que su compinche el alcalde lo despoje de su principal bastión y desde el cual amasó una red que ha volcado a favor del PAN y, principalmente, de Eduardo Rivera? ¿Cómo llevar a cabo la expropiación y perjudicar lo menos posible al aliado y promotor de la campaña del munícipe a la gubernatura de Puebla?
Solo bajo esta lógica se entendería por qué el edil tomó la decisión de echarle la culpa al gobierno del estado por el retraso en la concreción de la expropiación de ambos polígonos.
“Nos reunimos durante el transcurso de los días pasados del mes de octubre y en esa reunión nosotros le hicimos una propuesta al consejero jurídico del gobierno del estado (entonces Carlos Palafox) que seguramente por el cambio de la consejería jurídica, tengo entendido debe haber algún proceso de reacomodo, estamos nosotros en este diálogo constante”, aseveró muy orondo el panista el pasado 10 de noviembre.
Lo que Rivera Pérez omitió explicar en esa ocasión es que había transcurrido un mes entre el anuncio de expropiación por parte de Miguel Barbosa (ocurrida el 2 de septiembre) y la exhibida pública por parte del gobernador de Puebla que llamó públicamente al Ayuntamiento de Puebla a acelerar los trabajos (9 de noviembre).
La postura del alcalde también tuvo su respuesta puntual por parte del mandatario estatal: “El asunto de La Cuchilla y la 46 Poniente también se volvió para ellos (Ayuntamiento de Puebla) un tema a atender. Las posiciones para cada uno eran diferentes, de parte de nosotros era la expropiación, de parte de ellos es el cambio de uso de suelo, y nada tiene que ver una cosa con la otra… Nada tiene que ver la Consejería Jurídica y su relevo de Carlos Palafox, ellos pueden decidir cambiar el uso de suelo ahora, mañana o pasado, sin tener que ver quién está de consejero jurídico. No sé por qué lo dijo, no lo entiendo”.
El MOSUP nació en 2011 como respuesta a un violento decomiso que realizó el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas en la 46 Poniente, el cual dejó como saldo cientos de toneladas de autopartes confiscada, personas lesionadas y una decena de detenidos. La brutalidad del suceso enardeció a los comerciantes y apostaron por crear un movimiento de defensa, al grado de obtener una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Pero fue en 2014 cuando Moisés Ortiz Bracho se hizo del control total de la agrupación. Una nota firmada por la redacción de Intolerancia Diario reveló la estructura del MOSUP. “Como presidente fue nombrado el señor Moisés Ortiz Bracho, líder de la Organización de Refaccionarias de la 46 Poniente; José Alfredo Honorato, que lidera el tianguis de Los Lavaderos, tomó el cargo de vicepresidente, Martha Blanco que durante años ha trabajado el mercado de Analco hoy es tesorera dentro de la organización”.
Según la nota informativa, la agrupación tiene un pie en la Segunda Sección de La Piedad, en La Fayuca, Los Lavaderos, el Mercado Analco, Plaza Los Gallos, el Sector de Comerciantes de Nopalucan, la asociación Niños sin Hambre, la Organización de Chignahuapan, Comerciantes del Centro Histórico, la Confederación de Motociclistas, el Sector de Comerciantes San Jerónimo, Organización 12 de Febrero, Mercado de la 8 Poniente, el Programa de Asistencia para la Prevención de la Diabetes, la Sociedad Única de Voceadores del Estado de Puebla.
También se encuentran en “la Rivera Anaya, Arboledas de Guadalupe, Bugambilias, Organización Moctezuma, San Felipe Hueyotlipan, Cleotilde Torres, Mario Marín, Piedad Nacozari, Nuevo Paraíso, Hidalgo, Tepeyac, Adolfo López Mateos, Nueva Aurora y la Asociación de Artesanos y Comerciantes del Cerro de Loreto y Guadalupe”.
Sabedor de su fuerza, Moisés Ortiz logró en 2021 una alianza de fondo con el candidato del PAN Eduardo Rivera. Con el triunfo en la bolsa, entonces, vino la etapa de esplendor de la agrupación. Tan solo este año, el panista ha realizado obras públicas donde tiene presencia el MOSUP, como es el Parque Central de Abasto, que forma parte de un proyecto más ambicioso conocido como Plan Maestro para la Central de Abasto. Eso sin contar que impusieron a dos presidentes auxiliares con la total complacencia del munícipe.
En el timeline de la cuenta de Facebook del líder del MOSUP hay rastros de la mimetización de la agrupación con el PAN, sus constantes reuniones con dirigentes y regidores panistas, así como con funcionarios municipales como Jorge Cruz Lepe, secretario de Gobernación, los cuales han disfrazado bajo la pomposa denominación de “Cafés Políticos”.
Moisés Ortiz y el panismo enquistado en el Ayuntamiento de Puebla tampoco han tenido rubor en presumir sus encuentros públicos, así como su asistencia a cursos patrocinados por el PAN estatal.
Sin embargo, en la presunción de la alianza aparecen dos casos dignos de mención.
Uno fue la reunión que Jorge Cruz Lepe realizó con el MOSUP el pasado 2 de octubre, es decir, en medio de la disputa e inacción de la Comuna ante el anuncio de expropiación de la 46 Poniente y La Cuchilla. ¿Qué se dijo? ¿Qué se acordó? Son preguntas por responder.
El otro es el ejemplo de cómo la administración municipal ha permitido la invasión de espacios público y dejar que los beneficiarios lo presuman como un logro.
El 5 de mayo, Moisés Ortiz publicó en su Facebook: “¡MUCHO ÉXITO EN EL NUEVO TIANGUIS DE BOSQUES DE SAN SEBASTIAN! al frente la líder Laura Reyes Un gusto saber que nuestros comerciantes de Puebla y miembros de MOSUP siguen creciendo y en esta ocasión felicito a nuestra líder Laura Reyes por este gestión para iniciar un nuevo tianguis” (sic).
La publicación fue acompañada de fotografías en las que aparecen las estructuras instaladas sobre una de las aceras de la unidad. La acción ameritaba la intervención inmediata de la autoridad municipal para impedir la ilegalidad, pero siete días después el mismo dirigente del MOSUP se encargó de anunciar que se había reunido con Eduardo Rivera.
El posteo no tiene desperdicio: “SEGUIMOS TRABAJANDO Y AVANZANDO! Mi mayor agradecimiento a nuestro Alcalde de Puebla Eduardo Rivera Pérez por todo el apoyo brindado a #MOSUP, por escuchar nuestras peticiones para seguir avanzando como sociedad y ayudar a la gente que más lo necesita. Seguimos en esta lucha constante para seguir creciendo y fortaleciendo esta maravillosa organización” (sic).
¿Ahora entiende la sospechosa actitud de Eduardo Rivera respecto a la expropiación de la 46 Poniente y La Cuchilla?