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viernes, noviembre 22, 2024

Las firmas y la desesperación del PAN

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Pese a que Enrique de la Madrid quedó fuera de la contienda por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, la hipótesis de que el PRI y su nefasto dirigente nacional Alejandro Cárdenas Moreno, alias Alito, pudieran imponer a Beatriz Paredes Rangel como la abanderada de la alianza opositora sigue más firme que nunca y un hecho que lo demuestra es la desesperación que invadió al presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, y las dirigencias estatales, entre ellas Puebla, por presionar para que la militancia se suscriba a la plataforma habilitada.  

Las reglas de la contienda interna opositora establecen que, una vez definidos los aspirantes finalistas, en este caso los panistas Xóchitl Rangel Ruiz y Santiago Creel Miranda, así como la priista Beatriz Paredes Rangel, vendrá una votación para elegir quién será el candidato oficial pero solo podrán participar aquellos que se inscribieron previamente en la plataforma, además de la aplicación de una nueva encuesta. 

La recta final puso en aprietos a los panistas, pues la recolección de firmas entre la militancia fue tan raquítica que prendió las alarmas en el Comité Ejecutivo Nacional, de ahí que se lanzara la orden de casi obligar a los liderazgos locales a que recabaran más respaldos entre los agremiados inscritos. En Puebla, por ejemplo, ni la mitad de los militantes ha participado como una muestra de la apatía y enojo que existe contra sus autoridades partidistas y la Organización Nacional del Yunque. 

La situación se complicó para el panismo por diferentes factores. En primer lugar, la irrupción de Xóchitl Gálvez dividió las preferencias al interior del partido y rompió con la intención de la dirigencia nacional de imponer a Santiago Creel Miranda como el abanderado. La hidalguense, además, provocó un efecto cascada entre la ciudadanía que terminó por rebasar al partido y al diputado federal favorito.  

A eso se sumó el enojo del PRD tras la eliminación de los exgobernadores Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, pese a que recabaran más de las 150 mil firmas solicitadas por el comité organizador del frente. Eso llevó al líder nacional perredista, Jesús Zambrano Grijalva, a declarar una “pausa” en la participación de su partido en dicha coalición e inmediatamente comenzaron los guiños políticos hacia Movimiento Ciudadano. 

Los resultados de las firmas recabadas por los cuatro aspirantes que pasaron el primer filtro fueron un indicio de que las cosas estaban más complicadas para Acción Nacional. Aunque Xóchitl Gálvez obtuvo 554 mil 699 rúbricas, solo 90 mil 143 fueron de personas que identificaron como militantes de algún partido político que forma parte del frente. Por el contrario, Santiago Creel sumó 358 mil apoyos, siete de cada 10 correspondieron a la militancia y la estructura del PAN.  

Pese al respaldo ofrecido a Santiago Creel por parte de la estructura oficial, los números simplemente quedaron muy lejos de lo esperado. La militancia simplemente mandó un mensaje muy doloroso: Están enojados, cansados y apáticos.  

En algunos sitios, como es el caso de Puebla, la dirigencia estatal entregó todo el control en la asignación de candidaturas para la Organización Nacional del Yunque lo que supone la exclusión de todos aquellos que no pertenecen a la cofradía. En otros lugares, las divisiones internas son tan profundas que es imposible un impasse o puntos en común. En varias zonas, todavía existen inconformidades por la imposición de candidatos en 2021, a sabiendas que no tenían la menor posibilidad o el acaparamiento de espacios para los amigos de los dirigentes y delegados. 

La mayor crisis se encontraría en la pugna entre los gobernadores emanados del PAN con su dirigencia nacional, quienes cerraron filas en torno a Xóchitl Gálvez y con ello descarrilar el proceso interno.  

Todo este coctel de descomposición interna del PAN se vio contrastado con un priismo nacional unido y con el control de la estructura. Tomando como base los resultados de las firmas recabadas, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid tuvieron el respaldo completo de la base militante, con 174 mil 962 firmas y 150 mil 701, respectivamente.  

En total, la estructura priista ofreció un total de 325 mil 663 firmas contantes y sonantes, mientras que, en Acción Nacional, Xóchitl Gálvez y Santiago Creel suman 338 mil 814 respaldos.  

Si la última fase de la elección de candidato presidencial se definirá por una encuesta y una votación primaria —en la que participarán solo las personas registradas en la plataforma y que previamente mostraron el apoyo a alguno de los aspirantes—, el PRI ya metió en un brete al panismo. 

Es por eso que Marko Cortés y las dirigencias estatales están urgidas de que se obligue a la militancia participar antes de que se cierre la plataforma el próximo 3 de septiembre.  

México no es Finlandia o un país nórdico en el que los ciudadanos definen su democracia. Aquí la única forma de garantizar un triunfo sigue siendo el acarreo y la movilización de la estructura partidista. Entre más militantes panistas se registren, mayor será la capacidad de presión para que quede Santiago Creel o Xóchitl Gálvez. 

La clave estará en quien logre sumar al PRD y los apoyos recabados.  

El PRI, al mantenerse como un partido vertical tiene la garantía que su estructura responderá a lo que le dicten sus autoridades. Hasta en este momento, es el único partido que tiene las riendas de su propio destino para sorpresa del PAN que no sabe ni cómo salir de esta crisis. 

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