En su desesperación por dar la imagen de fortaleza luego de meses de estar en el escándalo por los vínculos que él, sus socios y parientes tienen con casos de corrupción y desvío de recursos, Moisés Ignacio Mier Velazco cometió una nueva torpeza: creer que el respaldo de un funcionario federal, en este caso Adán Augusto López Hernández, es crucial para que sea candidato de Morena a la gubernatura en 2024.
Hay una frase atribuida erróneamente a Albert Einstein respecto a la locura y que en realidad pertenecería a la escritora Rita Mae Brown, en su libro Muerte Súbita: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.
Ese es Ignacio Mier cayendo una y otra vez en el mismo error como si se tratara de un eterno retorno a la estupidez.
Me explicó.
En la elección intermedia (local y federal), las cabezas de las tribus de Morena a nivel nacional jugaron una de las estrategias más vergonzosas y carentes de toda la asepsia y oficio político: intentar secuestrar las candidaturas para poner de rodillas al gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Recordemos: de enero a mayo fueron meses en que los representantes de Bertha Luján Uranga, Gabriel García Hernández, César Yáñez, Mario Delgado Carrillo, entre otros, hicieron todo para que las candidaturas por mayoría y, sobre todo, a diputaciones plurinominales quedaran en sus manos.
El objetivo era controlar el Congreso local, lo que supondría la posibilidad de que el mandatario estatal fuera destituido. Con la nueva legislatura, más presidencias municipales y los legisladores federales todo estaba puesto para que el candidato en 2024 fuera uno de los antibarbosistas, en primerísimo lugar Claudia Rivera Vivanco y Alejandro Armenta Mier.
Al final todos vimos cómo los sueños de opio de los antibarbosistas se fueron al caño y el gobernador fue el gran ganador en la elección de 2021. Nunca supieron cómo es que Barbosa Huerta les dio la vuelta, amarró muy bien sus posiciones y exhibió el ridículo de la oposición.
Entre los complotadores de 2021 se encontraba Ignacio Mier Velazco, quien impuso a su hija Daniela Mier Bañuelos en el primer lugar de la lista de plurinominales al Congreso del estado, mientras que su hijo, el morenovallista Carlos Ignacio Mier Bañuelos, se convirtió en candidato a la presidencia municipal de Tecamachalco.
Gracias a que su patrón Mario Delgado, a la postre dirigente nacional de Morena, le ayudó Mier Velazco fue incluido en la lista de plurinominales por la Cuarta Circunscripción. Eran los tiempos en que ambos eran afiles del canciller Marcelo Ebrard.
En el concierto de complicidades estuvieron otros personajes, pero Claudia Rivera, Ignacio Mier y Alejandro Armenta fueron los principales instigadores.
Con la derrota del trío miseria, los sueños de opio pasaron a la pesadilla de la realidad. El gobernador les demostró que, aunque los grupos nacionales pretendieron imponerse, metieron mano en el estado, jugaron las contras al Ejecutivo local y vieron a Puebla como un botín, nada de eso tuvo posibilidad de concretarse cuando se usa la estrategia, el oficio y se tiene estatura de estadista.
Hoy, Ignacio Mier Velazco ha recurrido nuevamente a la misma estrategia a sabiendas de que no funciona ni funcionara.
Peor aún: El mandatario ya envío un contundente mensaje de que no permitirá que nadie le eche a perder su sucesión.
¿A cambio de qué Adán Augusto López dio su espaldarazo público a Nacho Mier en la convención de Morena? El poblano en realidad tiene un peso político muy enclenque y es el responsable de propiciar la creación del bloque opositor en la Cámara baja debido a su torpe operación para concretar la reforma eléctrica.
Si bien, Mier Velazco será el nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, el verdadero poder recaerá en el presidente de la Mesa Directiva y el nuevo coordinador de la fracción de Morena. Tras su fracaso, el poblano solo es un convidado de piedra.
Así pues, lo que se puede interpretar es que Nacho Mier puso al servicio de Adán Augusto la estructura de los Siervos de la Nación que Cesar Addi y Rodrigo Abdala tienen en la entidad para promocionar su carrera presidencial. De ser cierto, el secretario de Gobernación federal está siendo engañado: esa estructura ofrece más que penurias y dolores de cabeza que buenos resultados. (El hecho de que hayan sido barridos en la elección interna de Morena es muestra de su fortaleza).
¿Es el exempleado de Enrique Doger Guerrero el candidato de Adán Augusto? A simple vista, la respuesta es afirmativa, pero hasta este momento no ha habido una manifestación abierta, franca y contundente del tabasqueño. A lo sumo, lo que dijo es que si el pueblo poblano se “amacha”, entonces, Nacho Mier sería el candidato. Cosa muy diferente sería que el funcionario federal declarara que el poblano es la mejor carta que Morena pueda tener y que no hay hombre más indicado.
La intromisión de Adán Augusto en la sucesión poblana ya tuvo su primera respuesta. Miguel Barbosa le mandó a decir que, en Puebla, el pueblo es el que decide. En otras palabras: Podrá ser muy corcholata, muy secretario de Gobernación, muy padrino de Ignacio Mier, pero no se permitirá la intromisión de extraños.
Hace unas semanas, en entrevistas que el gobernador concedió, dejó en claro que la definición del candidato a la gubernatura saldrá de una opinión de tres personas: El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sea el candidato presidencial y el propio mandatario estatal.
Así como están las cosas en el país, el candidato presidencial necesitará forzosamente el respaldo de los gobernadores si es que pretende ganar la elección. En Puebla, los números están ahí, solo es necesario revisar los resultados de la Consulta para la Revocación de Mandato y la elección interna de Morena para comprobar que la estructura más importante, robusta y exitosa es la de Miguel Barbosa. El resto es pipitilla.
Con este contexto, no hay dudas de que Mier Velazco no ha dejado el estupor de la preocupación. No hay estrategia ni claridad. Cree que el respaldo coyuntural lo regresará a la carrera por la sucesión. Solo Nacho Mier es el único que no se ha enterado que sus aspiraciones descansan en el cementerio.
PD: Al momento de escribir esta columna comenzaron a llegarme evidencias de que el sábado 27 de agosto se convertirá en la feria del acarreo al más viejo estilo priista. Ese día, Ignacio Mier rendirá su cuarto informe de labores y para eso ya alistaron los frutsis calientes, las tortadas echadas a perder y el “apoyo” por la asistencia.
Nacho Mier podrá vestirse de izquierdista, pero en su ADN solo pesa el corazón priista forjado en el cochupo, el acarreo y la transa.
La simulación está nuevamente en marcha.