La ciudad de Puebla nace como un punto medio entre la capital y el Puerto de Veracruz. La gente, ya sea para ir a Veracruz o ir a la capital, por necesidad, tenía que pasar por Puebla, hacer noche y al día siguiente seguir su camino. Ese peso de la historia, a todos los Poblanos nos ha costado mucho trabajo quitarnos el de solo ser ciudad de paso. Desde aquellos años, se avanzó mucho en muchas ramas, como el reconocimiento de ser un estado textil, un estado cultural por excelencia, un estado con gran gastronomía y muchos temas importantes más, con reconocimiento nacional.
Todo lo antes dicho es historia y para cambiarla a favor, se tiene que reconocer. El problema se manifiesta cuando a los poblanos, nos sale el poblano que llevamos dentro y hacemos drama, con raíz de ciudad de paso: nos goleó el América 11-2. Olvidando en este rubro, que quizá no tenga el peso de situaciones más importantes para nuestro estado, olvidando la raíz del problema y otorgando sufrimiento a un suceso mínimo, se nos olvida el pasado reciente, 4 temporadas con promedio de 25 puntos, se nos olvida que el equipo tiene como propietario a una cadena de televisión y que su objetivo, es hacer televisión y no deporte, que ni el dueño, ni ningún directivo es poblano, que el Puebla es el único equipo en primera división de México y de muchas partes del mundo que no cuenta con un metro cuadrado destinado a instalaciones propias de su actividad, que de 27 jugadores registrados en el plantel, solo dos son poblanos, González y Moreno, que ninguno del cuerpo técnico es poblano, que sepan un poco o un mucho de la historia de este estado y de la capital Puebla.
Al poner estos puntos en una licuadora, el resultado te da una institución llamada Club de Futbol Puebla.
¿De qué identidad me hablan? ¿De dónde sacan el desgarramiento por perder una eliminatoria ?
Sí existe —o por lo menos antes de estos cuartos de final— una identidad entre el técnico y los jugadores muy apegada con el sentimiento del aficionado, pero nada más. Todos los demás aspectos no van en esta ecuación, no se tienen y sería normal que esta identidad, palabra mal usada para definir a una institución importante, se rompa y entonces regresaremos a “ciudad de paso”. Jugadores y cuerpo técnico optarán por mejores oportunidades.
El dueño de la televisora, al cual no tengo el gusto de conocer y, como poblano, agradezco que en momentos difíciles haya tomado al equipo, que a nada estuvo de desaparecer. En verdad, a nombre de la afición le doy las gracias. Ahora, sus motivos no son deportivos y mucho menos apegados para hacer una institución sólida. Su negocio de hacer televisión al tener los derechos y la pantalla para transmitir los juegos, se cumplió. La venta de jugadores, Viconis, Loroña, Cavallini, Angulo, Tavo, Fernández, Reyes, Ormeño, sin estar seguro si Salas y Segovia se fueron o terminaron su contrato, lo capitalizó de gran forma, siendo el equipo que tiene uno de los presupuestos más bajos de la liga.
Más allá de la eliminación sangrienta que se tuvo, se tendría que pensar en cosas más sustentables, más fuertes, más al futuro.
Derrotas van a llegar, pero la institución será más sólida y con mucho más bases para aspirar, en primer lugar, al respeto que se le tiene al estado a nivel nacional e internacional y al legítimo derecho de pertenencia.
El dinero no te da la propiedad, porque Puebla es de los poblanos y tenemos el legítimo derecho de que el futbol, más allá de quien ponga el dinero, sea de los poblanos. Ante esto, sí hagamos drama.
PD. ¿Hace cuanto el equipo como tal, no acude a Izúcar, Teziutlán, Tehuacán, que todos estos municipios y muchos más, también pertenecen a Puebla y viven poblanos, solo para hacer un entrenamiento o para una firma de autógrafos, o solo para que los integrantes de la expedición sepan que Puebla y su mal llamada identidad son más que Lomas y Angelopolis?
