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jueves, noviembre 21, 2024

Técnicos, material de desecho

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Al señor Coca no lo conocía. Sabía y lo vi jugar en equipos mexicanos. Nunca me enfrente a él. Después de técnico, unas regulares, otras malas y dos campeonatos con el Atlas. Se veía que le llegaba la suya y más pies de plomo necesitaría. Lo llevan a Tigres y le dan lo que nunca le habían dado: apoyo económico; con lo que ya tenían, le sumaron dos más de 10 millones de dólares. No comenzó nada mal, también mencionar que el listón estaba bajo. De repente, fecha 5, los o el, no lo sé, consumidores de hoy y desechar mañana, lo llevan a la selección sin darle lectura a lo que venía. Igual que quien, con dos tragos encima, decide tirar una cana al aire, total, nadie me verá y lo que parece una oportunidad, se convierte en un martirio.  

Solo necesitaba ganar a Estados Unidos con cuatro prácticas, mala logística, propiciando mal ambiente interno, con un grupo de jugadores con problemas individuales de muchas especies, sin la supuesta fuerza de quien lo colocó en el puesto y ante un rival preparado con una cubeta de agua helada, dispuesto a vaciársela a las 3 de la mañana. 

Todo esto, sin ser sabio, se venía venir. Tuve la oportunidad, dos veces, en rueda de prensa y sin ser periodista, pero siendo gente de futbol, de hacerle hablar mediante dos preguntas en dos ocasiones distintas, de hacerle hablar de futbol, de acercarle una toalla y se pudiera secar de la cubetada de agua helada. De nada sirvió. La sentencia estaba dictada: Coca ya fue, ya lo usé, ya se dieron cuenta quién manda y ya utilice una carta que ni mía era. El ser humano, sus sueños e ilusiones, con buena o mala idea, se tendrían que ir al bote de la basura. 

Todo lo anterior se lo digo a JUAN PARA QUE LO ENTIENDA PEDRO. Así me lo hicieron y así se lo harán a los que ostenten el carnet de técnico. Mientras sigan mandando los come técnicos, siempre tendrán uno en bandeja para su degustación. Lo único que cubre ese banquete, es el estiércol del demonio: el dinero, mismo que no servirá para sanar la herida, pero bueno, un vendaje apropiado té podrás comprar. 

Siempre existirá una disculpa. De un directivo, cuyo nombre hace honor al oportunismo que brinda esta actividad, mediante una llamada en altavoz, me entero que la señora del señor Coca estaba enferma y que él tendría que regresar a México para estar al tanto de la supuesta enfermedad. Muchos periodistas regresaban a México ese lunes y para no levantar sospecha, enfermaron a la señora. Cuando llegó a Mexico, le llegó la noticia: su señora no estaba enferma, cosa que ya lo sabía, y la segunda es que estaba fuera de la selección. Habría que checar su contrato con mil encisos para no pagar el finiquito. Cuando eres material de desecho, tu próximo lugar después de usarte, es el bote de basura. 

Viendo el cómo se mueven los aires y hacia dónde van, desde hoy seré un gran defensor de los que ostentan esta profesión; ojalá todos los partidos queden empatados y así a la maquiavélica cabeza de los que toman decisiones le será más difícil. 

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