Cuantas cosas escuchas del equipo ante esta seguidilla de malos juegos, malas actuaciones y malos resultados. Un solo partido ganado y eso al minuto 90 por error del portero rival. Seis juegos jugados y ya 13 goles en contra por tan solo cinco a favor, con un plantel que no es más ni menos que el de otras temporadas; no sobra, pero tampoco falta.
Se dice del malestar de los jugadores por decisiones del cuerpo técnico; no me consta.
Se dice de la falta de Noriega en la banca por celo del técnico; no me consta. Se dice de la nula atención de la directiva para el equipo; no me consta.
Se dice que fue mucho la salida de Martínez y que Cavallini y Ormeño no llenan sus zapatos; no veo que es sea el problema.
El Sr. Rodríguez en la portería, al correr de los juegos, si me consta que es mejor portero que en la temporada pasada. Los centrales son los mismos. Los laterales son los mismos. La contención con González y la incorporación de De Buen, más los apoyos de los medios puntas, Fideo, Velazco o Navarro, es un símil de lo que venían haciendo cuando conquistaron el sexto lugar general. Las puntas me gustan, como ya lo menciones.
Ante esta realidad, algo que un simple comentarista, pegado a una TV cada juego y como única posibilidad de sacar una crítica, pueda apreciar. Solo los comentarios, para bien o para mal, de los que se escucha o se lee.
La realidad que incómodos si se notan, como si estuvieran jugando con piedras en los zapatos. Este equipo me recuerda a alguno que participó en el lejano 2019. Los jugadores entrenaban y salían a la cancha, pero con una losa encima: incómodos se les veía. Yo sabía el porqué, pero también sabía que tenía un pacto a cumplir y yo no lo iba a destruir: clarísimo error mío. Llovía a cántaros y ante la promesa de no sacar el paraguas, acabe empapado y corrido.
Con esto, quiero explicar que si hay alguien que conoce el problema, pero por alguna razón no lo afronta y menos lo compone.
Lejos de pagar multa por tener buen porcentaje, los de arriba o el de arriba, no creo que haga cambios, la afición cada día está más desilusionada, pero la afición es lo que menos importa, con promedio de 7.9 millones al mes por concepto de taquilla en los últimos 29 meses, la afición seguirá teniendo partidos de primera división. Muchos juegos con mayoría de aficionados del rival, pero que con su compra de tiket llegan a esos promedios.
Lo del pasado domingo y como se dice que el equipo se cae en los últimos 20 minutos, es falacia. El equipo ha jugado a esa hora, con más sol y nunca dio una actuación tan desastrosa. De todo lo que se dice, algo será verdad, pero ante la poca importancia que se la da, esto puede ir creciendo, los malos resultados llegando y la afición, alejados de su equipo, solo opinando alguna idea con poco sustento, pero ejerciendo su libertad de opinar.
El equipo en los últimos cinco años ha dado más de lo esperado, en la cancha y por supuesto en las utilidades económicas. La fórmula no tenía por qué cambiarse: los jugadores cómodos y haciendo más de lo previsto y los organizadores planeando la próxima venta. Para nadie había mentira, tú haz todo lo posible y la tierra prometida en otro equipo, estará muy cerca. En caso de no tener esa fortuna, no hay preocupación, seguirás con tu trabajo y respaldarás lo que pueda llegar o podamos contratar, pero siempre pensando en que este equipo, sus integrantes, son de paso, no así los dueños, olvidados de una historia de 80 años y una gran tradición. Son tiempos de verdades a medias.
Las reglas están puestas en esta propiedad privada. La solución está en resolver uno de los miles “Se dice”. En tiempos de cambios generales, en esta institución, estos no hacen efecto y van a creer que después del éxito de cinco años, esto será pasajero y nadie ponen sus barbas a remojar. Quizá no duerman por el barril en el que se encuentra, pero entraría en la suposición del se dice, a nadie le consta una posible solución y la afición merece explicaciones de fondo.
Lo que yo veo es que la fecha que deje de ser negocio, tomarán su equipo y se lo llevarán a muchas partes que añoran un equipo de futbol, harán válida su propiedad privada y buscarán en otro lugar donde puedan seguir con el negocio. Es duro, pero es legal, como también es duro y legal saber que el Puebla es propiedad de la afición, es su forma de lograr identidad, de sentirse poblano, en tiempos que quizá el futbol es lo menos importante, pero es lo que más impacta. No pido expropiación, pido que alguien le explique al tenedor del título, que clase de factura tiene y qué responsabilidad social adquirió.
El Puebla no es una taquería que hoy está a la baja, el Puebla es tradición y manera de darle a los poblanos, en forma de una camisa con franja azul, el camino de cumplir un sueño, de tener un anhelo, de identificarte con algo. Todo esto después y comprobado por 80 años. En él se dice, se tiene que ir al fondo, al bosque y dejar de podar dos o tres árboles.