A principios del año, la FMF dio los lineamientos que los equipos de expansión tendrían que cubrir para acceder en mayo del 2023 al ascenso. Estos puntos a cumplir tendrían que ser entregados a más tardar el 31 de marzo de este año y durante abril a la Federación para que, mediante sus investigaciones, dé o no su anuencia. Para acceder al aséenos, tendrían que ser 4 o más equipos los que cumplan con el cuaderno de cargo, aparte de coronarse como campeones. Son 17 equipos, de los cuales 4 o más lucharían por el ascenso al campeonato; el resto sólo serviría para ser música y acompañamiento.
Al día de hoy, 5 de abril, ante terribles cortinas de humo, tales como los desmanes en las tribunas de los estadios (ayer en León se dio otro altercado en las afueras del inmueble), el erradicar el grito de puto muy castigado por FIFA, el pobre desempeño de la selección en su clasificación al Mundial, la discusión si el técnico actual se queda o se va, la no nominación del Chícharo Hernández y alguna que otra fogata distractora del tema del ascenso y descenso, han provocado la nula información de quién o quiénes van a ser estudiados para formar el grupo de los que sí podrán luchar por la división mayor.
Es obvio que la información de este asunto se tiene en alguna oficina de los federativos y, al no salir a la opinión pública, será un arreglo por debajo de la mesa; esa información no se dio en tiempo y forma.
Alguna fuente de periodistas más enterados del asunto, me dicen que la UdeG, Atlante y Mineros de Zacatecas cumplieron con los requisitos. Con estos no se cumpliría el punto de ser 4 o más, ya que son sólo 3. Me brinca lo de Mineros y el grupo ISLO que los mantiene pero que es sabido que también el gobierno le entra con su apoyo, situación que se quiere erradicar en general: no apoyos públicos en el fútbol. Entonces faltaría uno y se comenta que Mérida está en la lista, pero no cumple con la capacidad del estadio, ya de los apoyos públicos mejor ni hablamos. También están en veremos Celaya y Morelia, sin el visto bueno final, pero anteponiendo el espíritu de que exista el ascenso, podrían brincarse alguna traba y estar en la lista final.
Al final, todos estos puntos y decisiones no hechas públicas se traducen en un ejemplo comentado en todas las mesas: si nadie sabe las razones del porqué el señor Chícharo no es nominado, como carajos nos vamos a enterar de qué equipos pueden acceder a la Liga MX.
Sólo una sugerencia: como todo se hace y decide por abajo de la mesa, pónganle a ésta manteles largos, hasta el suelo. De esta forma, el cómo, cuándo y por qué de éste, y mil asuntos más, no podrán salir de donde se gestaron: en lo oscurito.
