Tras el fracaso rotundo que significó Qatar 2022 para el futbol mexicano, el pasado 30 de noviembre parecía que, ahora sí, cimbraría los cimientos de una Femexfut que pedía y pide a gritos cambios estructurales significativos para no tropezar con la misma piedra.
Ahora, en lugar del “jugaron como nunca y perdieron como siempre”, calzó como zapatilla a La Cenicienta el “prometieron como nunca y decidieron como siempre”.
No van a erradicar la multipropiedad, seguirá sin haber descenso y tampoco ascenso, y reducir de ocho a siete los extranjeros es subestimar la inteligencia de los aficionados que desde hace tiempo ya no se chupan el dedo.
Si en una empresa la cabeza no está bien, lo demás no va a funcionar. Aquí el error o errores vienen desde mantener a Yon de Luisa como presidente de la FMF, pasando por Rodrigo Ares de Parga, como director de selecciones nacionales, y terminando con Diego Cocca, como el DT de México.
El señor Cocca lo hizo bien en Atlas siendo bicampeón, pero su estilo de juego poco tiene de similar con las condiciones del futbolista mexicano. En Atlas jugaba hasta con siete extranjeros y a los cuatro o cinco mexicanos no los debutó él.
La solidez defensiva, el mediocampo rocoso y de recuperación y una delantera que se basaba en el juego como poste de Furch para que Quiñones en velocidad desequilibrara, fueron sus virtudes para que este equipo lograra ser campeón luego de 70 años.
Uno de los graves problemas del futbol mexicano es saber qué quiere, pero no cómo lo quiere. Aspira a jugar los cuartos de final de un Mundial, pero no sabe cómo y prueba de ello fueron los proyectos fallidos de Herrera, Osorio y Martino, por nombrar los más recientes.
Se habló de Bielsa, Herrera, Ambriz y Almada, todos con un “sabor” diferente y que te ofrecen lo opuesto el uno del otro. La mayoría de ellos me parecían mejor opción que Cocca, pero como no son, ni mucho menos, la “niña de los ojos” de Alejandro Irarragorri, se quedaron cono novia de pueblo: vestidos y alborotados.
Queda claro con este nombramiento el poder e injerencia en la toma de decisiones que tiene el dueño de Santos y de un buen pedazo de Atlas; tanto, que Grupo Pachuca prefirió hacerse a un lado.
Otro melón por abrir es conocer realmente qué tan involucrado o metido está el argentino, Christian Bragarnik, actual máximo accionista del Elche de España, y que ha hecho muchos negocios con jugadores y entrenadores en Grupo Caliente (Tijuana y Querétaro).
Todo esto viene a colación porque el señor es representante ¿de quién cree usted? Correcto, de Diego Martín Cocca. Como dicen por ahí, “piensa mal y acertarás”.
No olvidemos que Caliente es una de las principales casas de apuestas que patrocina a la Liga MX, con estos movimientos, tal vez patrocinen por una buena suma a la Selección Mexicana en el futuro cercano.
De nueva cuenta, México inicia un proceso mundialista con más dudas que certezas, con más hormonas que neuronas, con un Club de Toby dentro del Club de Toby y con los vicios incorregibles de toda la vida.
Así no se puede aspirar a cosas grandes, mucho menos, a trascender, como Marruecos o Croacia, en una Copa del Mundo.