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jueves, noviembre 21, 2024

La mal llamada Liga de Expansión

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Desde hace 2 años y aprovechando el desorden mundial económico derivado de la pandemia de la Covid-19, la FMF decidió de la noche a la mañana desaparecer la Liga de Ascenso a partir del Apertura 2020.

En su lugar se gestó un Frankenstein llamado Liga de Expansión, a la que todavía no se le encuentra sentido, y que para muchos es un producto que nació muerto al carecer de premios reales a los méritos deportivos de la competición.

Para borrarla del mapa, los que toman las decisiones en nuestro futbol argumentaron problemas de liquidez en varias de las franquicias, injerencia de gobiernos estatales, así como también la procedencia de capitales en determinados clubes.

Creo que estas malas praxis podrían haberse solucionado de otra forma que no fuera, de golpe y porrazo, dejar a México sin ascenso y, por ende, a la Liga MX sin descenso.

Al día de hoy la Liga de Expansión está conformada por 18 equipos repartidos en 16 estados de la República Mexicana, de los cuales son en 5 hay franquicia o franquicias de Primera División (CDMX, Jalisco, Nuevo León, Guanajuato y Sinaloa).

Si agregamos la Liga MX, donde hay equipo en 14 estados, juntando las 2 divisiones hay futbol en 25 de los 32 estados y solo en 7 no rueda el balón (Chiapas, Colima, Nayarit, Morelos, Veracruz, Guerrero y Campeche).

Dicen que: “De lo bueno, poco”, y esta competencia no es la excepción. Al menos se ha descentralizado un poco el futbol en el país y el 78 por ciento de la República cuenta con futbol en alguna de estas 2 categorías.

El principal problema de Expansión es el premio deportivo. En divisiones inferiores en todo el mundo la motivación y objetivo es poco a poco subir de categoría, no hay mejor aliciente que ése.

En México, encima limosnean a los clubes con 2 millones de pesos al mes y 3 millones de pesos por derechos de transmisión, que no alcanzan para nada, como subsidio de la Liga MX generado por las multas económicas aplicadas a los últimos 3 de la porcentual.

Al ganador de cada torneo le tocan 10 milloncitos, justos para pagar nóminas o parte de ellas y párale de contar.

Por otra parte, tampoco Expansión se está caracterizando por ser un semillero de futbolistas. Salvo Tapatío y Raya2 (filiales de Chivas y Monterrey) pocos jugadores han llegado a Liga MX por esta vía.

Me vienen a la mente Lucas Maia y Martín Barragán, que luego de hacerlo bien ahí, llegaron a Puebla hace unos torneos. Paul Bellón rindió en Leones Negros y ahora está en León.

Las entradas en los estadios distan mucho de ser buenas, incluso se ve mayor interés de la afición en la Liga MX Femenil por nivel, jugadoras y organización.

En lo deportivo, no hay premio; en lo económico, son migajas; en lo formativo para eso están las categorías sub-18 y sub-20. Realmente ¿para qué sirve la Liga de Expansión? La pregunta del millón y que nadie ha contestado hasta el momento.

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