Esta semana se nos viene otra fecha FIFA. Los torneos locales que venían tomando sabor y calor entre los aficionados de todo el mundo, tendrán que esperar una semana para, con trabajo, reiniciar su gusto por su equipo favorito.
Mientras este sentimiento de despojo se da, la FIFA pone a funcionar su caja registradora, es momento de que la organización mundial del futbol abra la cortina de su establecimiento y ofrezca al mundo futbolero una gran cantidad de partidos y cada uno de ellos con una comisión para sus arcas, costo establecido para pertenecer a esta empresa de corte mafioso y, por lo tanto, unilateral: quieres pertenecer a nuestra organización, pues te tienes que alinear a nuestro reglamento.
A los personajes de pantalón largo, dirigentes o propietarios, por supuesto que les conviene esta organización y sus reglamentos: por medio de su selección, independiente al pago a la FIFA, se les viene la oportunidad de hacerse de nuevos recursos con sus partidos a jugar, dos en la semana y que tienen totalmente vendidos en sus contratos de transmisión y en la cantidad de publicidad habida de promocionarse con su representativo nacional.
Dentro del título de este escrito, esta es la parte ganadora, pero para que alguien gane, existe el que pierde y que al final, es el protagonista principal del negocio: LOS JUGADORES.
Viviendo en una presión constante y que no justifica el gran sueldo que devengan, porque la explotación a la que son sometidos los jugadores no justifica la forma en que son usados, simplemente porque sus grandes sueldos se vuelven migajas a las cantidades que generan, tienen que seguir, como sonámbulos, el camino o el calendario que se les designó, por el simple hecho de ser los mejores de su país.
El pasado fin de semana, todos jugaron ya sea de local o de visitante sus partidos ligeros. El lunes o domingo por la noche se tienen que reportar a otro país, no importa si es lejano o cercano, porque puede ser de México a Chile, o de España a USA, y en el mejor de los casos, de México a USA o de Alemania a Francia. El hecho es que se tiene que viajar con la venta que nos quieren hacer que ellos, los jugadores, representan un país y todo lo que conllevaría esta representación.
Cada semana, en la liga que me digan, porque me toca comentar juegos de España, Países Bajos, Italia, Liga de Europa, México y pocas veces Grecia, siempre tiene que salir un jugador, y en el peor de los casos varios, por problemas musculares. Los jugadores tienen que jugar fechas dobles, dos partidos por semana o dos torneos a la vez, su liga y torneos internacionales de sus equipos. El desgaste es total. Los tiempos de recuperación se reducen y tu rendimiento, al ser seleccionado y jugador importante de tu equipo local, tiene que ser al máximo. La teoría o la hipótesis que con un buen descanso y una buena alimentación pos partido, tu recuperación será óptima y estarás listo para el siguiente.
Esto ya no se está dando, por muy buen mantenimiento que tenga la máquina, está se desgasta por el uso y una máquina es igual a la máquina de junto, cosa diferente en los seres humanos, uno no es igual al otro y físicamente y mentalmente están compuestos de manera muy diferente. No hay regla general para esta recuperación y si se les recupera de una forma igual, cuando son totalmente diferentes en su todo.
Entonces vienen los sucesos de lesiones musculares, mismas que se resuelven de forma simplista: si Juan no está, una pena, pero llamamos a Pedro, pero el show no para, imposible, para esto cada liga tiene inscritos a 350 o 400 jugadores, más muchos que juegan en el extranjero pero que para estos fines, también entran en su universo a escoger.
¿Existe alguna organización que le haga saber a la FIFA este problema? Quizá sí, pero no se lo dirá. La FIFA es más poderosa que muchas organizaciones mundiales y que muchos países con su autonomía.
El problema existe y la solución también: menos juegos con mejores calendarios. Esta daría como consecuencias menos juegos, menos transmisiones, menos comisiones, menos ganancias.
¿Apostarían que esto va a suceder? Yo no.
