Según la RAE, es aquel que puede desempeñar diferentes funciones. Todo cambia y en estos nuevos tiempos de competencia día a día, en cualquier labor que se desempeñe, sólo los que hagan dos o más funciones, tienden a ser escogidos y a la postre triunfar.
Ejemplos en la vida diaria hay muchos: jóvenes con dos carreras y dos o más idiomas; conserjes que hacen su labor, lavan coches, ayudan a subir la compra y saben de trabajos de electricidad y plomería en su edificio; choferes que manejan desde un auto compacto hasta un camión de dos ejes; meseros que van a la compra a la central de abastos, acomodan mesas, dan la bienvenida al cliente, atienden la mesa, dan una mano a la barra de bebidas y despiden al cliente.
El fútbol no es ajeno a este fenómeno que hoy domina los puestos de trabajo. Unos lo hacen por iniciativa y otros van aprendiendo con el tiempo. La resultante es que siempre serán escogidos ante la lucha por obtener un trabajo.
El equipo Puebla basa, entre otras cosas (convencimiento, liderazgo, buen ambiente de trabajo, finanzas sanas), su éxito de los últimos 14 o 15 meses en jugadores que tienen esta labor de ser plurifuncionales , que es diferente a improvisar.
Para muestra menciono a Diego de Buen, Lucas, Araujo, Ferraris, Parra, Corral, Mancuello. Sólo un ejemplo: Diego de Buen si se necesita apretar en media cancha, teniendo a 3 centrales atrás, juega de contención; si se necesita sacar la pelota limpia desde atrás, se incrusta como central y hace más fácil la conexión con el medio campo. Así, con ese ejemplo, entiendo la riqueza táctica del equipo. Cada fin de semana, dependiendo del rival y en el mismo desarrollo del juego, afloran estas acciones individuales que suman a las necesidades del momento de una forma efectiva y crean un terrible desconcierto al rival, porque el nombre de x jugador estará en la hoja del once inicial, pero su función dentro del campo, sólo ellos lo saben.
Recuerdo mis últimos 4 juegos en el año 2019. Al cuarto para las doce, el equipo vende a Loroña. No tenía con quien substituir ese lateral derecho y empecé a inventar con Chumacero, con Pablo González y con algún otro. El resultado fue nefasto, porque sólo eran inventos para solucionar un problema.
Lo que sucede en el Puebla de hoy es que el entrenador ve facultades para hacerlos de esa manera y los convence para que lo ejecuten. En ningún momento se improvisa; se entrena y en el momento requerido se utiliza. Además del éxito que se está obteniendo, los demás jugadores que no cumplen con esa doble y hasta triple función se dan cuenta que de alguna manera la tienen que obtener, y la competencia interna se hace más natural.
P.D. o Nota Bene copiando al Sr. Mejía: Ayer en la columna de mi amigo Pepe Hanan menciona los atributos del equipo, así como sus objetivos, desde otra óptica. Sólo mencionarle que cuando Azteca toma al equipo, el profesor Meza hace 17 puntos y que antes que el señor Reynoso, estuve yo con 25 puntos, 4 que había dejado el Sr Meza y 21 que se obtuvieron y que no había repechaje como le sucedió al Sr. Reynoso que con 20 logró un lugar en la nueva modalidad de torneo.
La historia es parte del presente.