No me explico el actuar de los directivos en el futbol. Esto de entenderlos y poder llevar una relación laboral entendible es una asignatura que ni con libro abierto o acordeón he pasado ni voy a pasar.
Parecía, es más, es la persona indicada para llevar a buen puerto al futbol y como primer tema (que parece será el único) a la selección en el próximo mundial.
El señor Rodríguez, La Bomba, como le gusta que le digan, es un distinguido hombre, hacedor de grandes obras, desde su inventiva como fundar la primera estación de deportes y después llevarla a la televisión, TDN, y que después fue comprada por Televisa en una buena cantidad de millones, hasta llevar a la cima el canal Univisión en USA y lograr el mejor canal o cadena de televisión en todo el país vecino, cosa que en verdad le cuelga a como tomó la cadena.
En la venta de su estación y en el encargo de Univisión, siempre con toda la confianza del señor Azcárraga, muchos otros trabajos intermedios, logró el cometido, como convencer a la NFL de hacer un juego por año en México: este logro es obra del señor Rodríguez.
Una vez dentro del contexto de quién es el nuevo comisionado general y primer hombre encargado del futbol mexicano y por supuesto, el próximo mundial, cargo que para mí es un acierto, no entiendo que tiene ese lugar que quien lo toma se resbala. Para empezar, este señor nunca fue público, no tiene tablas ni características en su andar de saber trabajar en el ojo del huracán, en un lugar en el que muchos millones están pendientes de tus decisiones y de tus actuaciones.
Por su paso por Miami, lugar que tiene la empresa Univisión, hizo una amistad con el señor Javier Aguirre y otros personajes que no tienen puesto en su organigrama, pero al fin personajes ligados al futbol. Más allá del técnico, quería la intervención total del señor Aguirre con el inconveniente que trabaja en el Mallorca y tiene éxito después de su paso por el Monterrey. Al no tenerlo de tiempo completo, se le ocurre hacer un comité de personajes con experiencia comprobada en el tema selección-futbol y en el que está el señor Aguirre, pero solo como consejero, sin reuniones ni trabajo en cancha ni toma de decisiones: solo serán el adorno caro, que rodea el tema principal. La decisión no es buena, porque el señor Davino, con experiencia en manejo de equipos y con mucho éxito, con este comité solo se transforma en un acompañante de tiempo completo del representativo, con funciones más de vocero que de ejecutor.
Después viene las actuaciones y salir al escenario. Cada vez que el jefe o alguno de sus subordinados salen a comunicar algún tema es patético en su forma. Empezando por el principal, ya que no tiene buena pantalla, nadie le dice que los lentes no los puede llevar arriba de su cabeza, con un parecido tremendo con Shrek. Después se hace una entrevista totalmente pactada con un periodista con mucha credibilidad, pero preparada y después anuncia el comité de asesores, cuando a los 10 minutos, sale uno de ellos diciendo que con él no hablaron. No conformes con estos nefastos avisos y en respuesta al técnico Lavolpe, dan una explicación no pedida de cuáles son las funciones de dicho comité. Conclusión: cada vez que lo hacen público, por una u otra razón, meten la pata.
Después vienen los de segundo mando, con cargos importantes pero que poco o ningún caso harán. El señor Arreola, presidente de la primera división, declarando que para evitar los empates, pondrán penales en caso de empate a disputarse un punto al ganador, como una idea novedosa y genial, cuando en tercera división se hace desde 15 años atrás. También diciendo que el próximo torneo entre las dos ligas, será hecho con muchos arreglos que les arrojó el que ahora vivimos, cuando todo el fútbol mexicano, nada quiere saber de dicho torneo, pobre en lo económico y pobre en lo deportivo. Pues nada, que el señor de alguna manera justifica su estancia y amenaza con volver con la segunda edición, cuando su verdadero trabajo sería dotar de más competencia a la liga que preside, quitando más extranjeros, quitando la multipropiedad y poniendo el descenso como medida de superación de los equipos.
Déjense de comités y de declaraciones huecas; pónganse a trabajar en la problemática que ya conocen, que saben que sería una solución de mejora para nuestro futbol.
En esa medida, serán recordados como alguien que no le tuvo miedo al toro y se dejarían de parecer a Cagancho. Después les platico quien era ese personaje. Los Taurinos ya lo saben.