El anuncio del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carillo, respecto a la publicación para el 18 de septiembre de la convocatoria para la inscripción de los aspirantes a la gubernatura en nueve estados del país, entre ellos Puebla, cambió radicalmente las reglas del juego una vez más. No es una sorpresa que todos los involucrados en la puja por Casa Aguayo estaban confiados en que la selección del eufemístico coordinador estatal de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación sería hasta finales de este año o principio de 2024. Al cerrarse los registros de los aspirantes para el 24 y 25 de septiembre -en dos semanas- habrá otro efecto cascada: El Comité Ejecutivo Nacional de Morena deberá definir el género de las candidaturas en los nueve estados, lo que terminará por decantar el proceso interno. Si eso no ocurriera, entonces, pondrán a todos a correr y podrían reservarán la paridad hasta el final, una vez que la cuasi candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo y la dirigencia nacional de Morena tengan mayores elementos para acomodar los bloques de competitividad. A reserva de que la convocatoria dicte lo contrario, todo indica que se repetirá el esquema nacional y habría solo un mes de actividades para los interesados que cumplan con los requisitos. Así pues, Morena estaría levantando la encuesta de los coordinadores estatales la primera semana de noviembre. Los tiempos se redujeron, la pelea comienza sin tregua y hasta el momento nadie puede cantar victoria, por más que los equipos de los aspirantes patrocinen sondeos de opinión. La guerra comenzó. El resultado es de pronóstico reservado.
¡AY, AUGUSTA!
La dirigente estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, tuvo a mal difundir un video en sus redes sociales en el que aseguraba que “con unidad y altura de miras” trabajaba en los municipios para “consolidar el Frente Amplio por México”. La panista aparecía ataviada con un vestido con los colores de la bandera y el escudo nacional. El problema es que con la difusión de ese video, Díaz de Rivera incurrió en la violación del artículo 56, fracciones I y II, de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno nacionales, en donde se asienta que comete una violación a esa norma quien altere o modifique “las características de la Bandera Nacional” y por “utilizar el Escudo Nacional sin la autorización”. El video corrió como pólvora y eso desató ácidas críticas hacia la panista por su infracción y el tema derivó en chunga. “Deja viole la Ley del Escudo y Bandera, viola las leyes del buen gusto, nada cool el diseño”, posteó uno de los tuiteros. El escándalo, como era de esperarse, provocó que la dirigente panista eliminara el video.