A 319 días de haber asumido el poder, Sergio Salomón Céspedes Peregrina se ha erigido como el fiel constructor de la nueva realidad política de la entidad basada en la conciliación, la paz social y el respeto a todas las expresiones en el estado, que lo mismo incluye a los grupos políticos, sociales y económicos.
Eso lo ha llevado a tener la solvencia moral para fungir como el líder político de Morena, el eje articular de la sana convivencia con el Poder Legislativa y Poder Judicial. Con los integrantes del primero, tiene una extraordinaria relación y, con los segundos, el tránsito ha sido de respeto y construcción de acuerdos.
Respetando la división ha hecho valer su autoridad para impedir que, por ejemplo, en el Poder Judicial −uno de los brazos más importantes de la gobernabilidad y vigencia de las instituciones− se descomponga en pugnas palaciegas que tiene como única víctima a la ciudadanía.
Con este contexto, toma una mayor importancia el encuentro que Sergio Salomón sostuvo este domingo con líderes de partidos políticos, liderazgos políticos, alcaldes, legisladores, miembros de la sociedad civil, así como los integrantes de su gabinete estatal, a la que se denominó “La Reunión por Puebla”.
El cónclave ocurre justo en medio del aplazamiento de los resultados de la encuesta final para designar al coordinador estatal de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y, sin duda, representa la mejor muestra de que el mandatario está metido de lleno en el papel de árbitro, garante y dueño del tablero de ajedrez político local que le ha tocado asumir como parte de la sucesión en Casa Aguayo y en la Presidencia de la República.
Desde que asumió la gubernatura, la primera medida que adoptó fue poner en marcha un nuevo estilo personal de ejercer el poder, a través del diálogo, la reconciliación y, sobre todo, el piso parejo para todos los tiradores a la gubernatura y Palacio Nacional. Sobre esto último, cumplió a cabalidad y los mismos aspirantes lo reconocieron públicamente. Nadie puede acusar que hubo dados cargados y, mucho menos, que se cerró la plaza.
Sobre la sucesión poblana, Sergio Salomón hizo lo impensable: Dar cabida a todas las expresiones y aspirantes. Por Casa Aguayo y las oficinas del CIS desfilaron personajes que en un pasado muy reciente era imposible que tuvieran acceso. Eso llevó a que el clima político se distendiera y los aspirantes se concentraran en lo suyo: ganar la mayor cantidad de simpatía y que se vea reflejado en la encuesta que ya aplicó Morena.
Dando un paso adelante, estimó necesario que la participación se abriera a todos los que demostraran competitividad. Por eso, operó personalmente en la dirigencia nacional de Morena la inclusión de los siete perfiles que han sido medidos en la encuesta final.
Este lunes se esperaba que se dieran a conocer los resultados finales en los nueve estados que renovarán sus gubernaturas en 2024, pero la fecha se aplazó para el 10 de noviembre. Lo que sí entró en vigencia fue la convocatoria para la unción de los candidatos a diputados federales y senadores por parte de Morena.
Así pues, “La Reunión por Puebla” no pudo tener mejor timing, ya que ahí el mandatario estatal recordó la base sobre la que todo se sostiene y que permitirá que la Cuarta Transformación se mantenga en el poder y robustezca. Lo hizo a través de un llamado a la civilidad y a que el trabajo a favor de la entidad no se detenga por la lucha por la doble sucesión.
Ahí, también les recordó que el proceso electoral arrancará en un estado que tiene gobernabilidad, paz social y respeto a todas las expresiones e ideologías.
Este trabajo le ha dado la solvencia moral al líder político de la entidad para llamar a la clase política −que también incluye a la oposición− a la unidad, sin confrontaciones y distracciones. Y fue más allá, al hacer énfasis que es tiempo para la mesura y esperar los tiempos políticos, pero con agregado especial: anteponer los intereses de Puebla a los personales y políticos.
Civilidad fue la palabra clave en el llamado que hizo Sergio Salomón, pero también lo que ha definido a su gobierno. La Real Academia de la Lengua la define como “el valor” que existe en la interacción de las personas, además de su convivencia y trato. “Tiene que ver con la cortesía, el respeto y el cumplimiento de las normas establecidas, para favorecer la convivencia y la participación de todas las personas”.
Las normas establecidas en la nueva realidad política de Puebla no tienen cabida para la confrontación, la división, el encono y, mucho menos, a la ruptura. Y esta nueva realidad también esta cimentada en los códigos políticos que emanan desde Palacio Nacional, cuya base es el cierre de filas en torno al proyecto de Claudia Sheinbaum Pardo.
LA INDOLENCIA DE CLAUDIA RIVERA
La devastación que dejó el huracán Otis en Acapulco, Guerrero, provocó un efecto cascada de solidaridad de todos los ámbitos en el país. En Morena, por ejemplo, la instrucción no pedida, pero entendible, fue la suspensión de todos los actos que llevaría a cabo la coordinadora nacional Claudia Sheinbaum Pardo.
En Puebla, sin embargo, Claudia Rivera Vivanco se pasó por el arco del triunfo la sensibilidad política y humana, ya que mientras el gobierno federal y estatal están avocados a dar atención a los damnificados, la exalcaldesa de Puebla realizó una mega concentración en San Andrés Cholula, casi al inicio de la recta, en el que hubo de todo: porras, vítores, aclamaciones y gritos desgañitados. Solo faltaron los fuegos artificiales, porque la música estuvo a todo lo que da.
BUENAS NOTICIAS
Margarita del Carmen Rodríguez Daruich logró algo que se creía poco probable: ser absuelta del proceso judicial que se le instruyó, luego de la demanda por del delito de amenazas que presentó la exconsejera Jurídica del Ayuntamiento de Puebla, Yasmín Flores Hernández.
La resolución judicial pone fin a un largo proceso y que ahora deja libre de cualquier responsabilidad a la exfuncionaria de la Comuna, en la gestión de Claudia Rivera.