Un tema que no ha sido dimensionado en su magnitud es la negativa de evidentes antibarbosistas que declinaron a inscribirse como aspirantes a consejeros de Morena, que serán elegidos este próximo sábado 30 de julio. La lista es larga: David Méndez Márquez, Jorge Méndez Spínola, Rodrigo Abdala Dartigues, Claudia Rivera Vivanco, Carlos Ignacio Mier Bañuelos, Catalina Pérez Osorio, entre otros muchos. La razón es sencilla: todos saben que serán barridos en la jornada morenista y corrían el riesgo inminente de quedar fuera. Eso sería un auténtico escándalo y deja a la vista de todos que tienen mucha lengua, pero muy pocos seguidores o capacidad de movilización. Este próximo sábado va a ser muy divertido ver cómo varios de los antibarbosistas que se creen líderes de Morena morderán el polvo. Por ejemplo, Los Kennedy de San Miguelito, los Mier, los Evangelistas. Otra muestra de que no las traen todas consigo es la decisión de inscribir a sus familiares en distritos donde sean elegidos de panzazo. El caso más emblemático es Daniel Mier Bañuelos. Se supone que el bastión de la familia del coordinador de Morena en San Lázaro es Tecamachalco. Incluso, el hijo Carlos Ignacio Mier es alcalde de ese municipio. Lo natural sería que Daniela surgiera como consejera por ese distrito. ¿Por qué no lo hizo y se optó por sembrarla en el Distrito 12, con sede en la capital poblana? La razón es que la ciudad les ofrece un poco más de margen para colarse tras exprimir a los beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal. La preocupación de los antibarbosistas que avizoran una hecatombe llega a tal nivel que muchos comenzaron a moverse entre la cañería del partido para tener vida más allá de la elección del sábado. Un hecho que puede tener claro es que este sábado terminará una época de Morena, caracterizada por el secuestro del partido de un bloque de corrientes sin influencia real ni poderío. Lo que viene es una auténtica vida orgánica del instituto político. Habrá más voces, más debate y expresiones que enriquecerán la discusión pública. Por cierto, el nuevo dirigente de Morena -que saldrá de la selección que hagan los consejeros estatales- por fin actuará como un auténtico defensor de la 4T poblana y los logros del gobierno del estado. No más simulaciones.
LAS ANDANZAS DE CRUZ LEPE
Muy pronto le tendremos noticias de las razones de fondo de por qué el secretario de Gobernación municipal, Jorge Cruz Lepe, y el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez se niegan a tocar ni con el pétalo de un operativo a los vendedores de autopartes de la calle 46 Poniente. El asunto apesta y dejará muy mal parada a la administración panista… una vez más. Ese es el costo de tener a un monaguillo con sangre de porro en temas de gobernabilidad de la ciudad de Puebla. A este problema se suma la sospechosa postura del gerente del gerente del Yunque, Adán Domínguez, de resistirse con uñas y dientes a intervenir el mercado La Cuchilla. Como dijera el clásico: “Qué asquerosidad es todo esto”.
TODOS LOS OJOS EN LA NIÑEZ
Si un logro en positivo e inmediato se puede adjudicar a la iniciativa que presentó la diputada local Laura Zapata sobre el bullying, que contempla acciones punitivas severas para quien lo cause, es que todos voltearon a ver el tema. La propuesta, que la priista presentó junto con la morenista Ruth Zárate, género controversia entre los docentes y en el mismo Congreso del estado. Este planteamiento legislativo que la legisladora asegura tiene en su espíritu la defensa de la niñez, ha despertado un intenso, interesante y muy necesario debate. Seguramente, podrá haber muchas aportaciones cuando se analice y vote, primero en comisión, y después en el Pleno. Lo cierto es que ya tuvo un gran logro: que todos recordemos lo importante que es proteger a nuestros seres más queridos y más vulnerables: nuestros pequeños.
