A Rafael Micalco Méndez se le ocurrió la ideota de revivir los delitos de difamación y calumnia en el estado de Puebla. Aunque aseguró que no era ningún mensaje para los periodistas, en realidad sus acciones demuestran lo contrario. Hace unos días, por ejemplo, amagó con dar a conocer la lista completa de contratos de publicidad de todos los medios de comunicación en una especie de cruzada sin sentido. ¿Qué trae entre manos el diputado local panista? Varios objetivos: el primero es tratar de cobrar venganza contra sus críticos o aquellos medios que lo han exhibido en su pequeña condición política. (A Hipócrita Lector ya le puso el ojo). Pero también busca montarse en un tema que sabe le puede jalar muchos reflectores y ayudarlo a mejorar su imagen. El típico caso de promoción vía el lucro político. Esa ha sido su actuación desde que ocupó su curul. Veamos: Su primer intento fallido fue venderse ante la gestión de Eduardo Rivera Pérez como el gran facilitador para que la bancada panista en el Congreso local le aprobara el cobro del Derecho de Alumbrado Público. Al principio, los riveristas no vieron mal la propuesta, pero cuando se enteraron que además de pedir la coordinación de la fracción, pretendía que le dieran maicito para las gallinas a fin de lograr su cometido, simplemente lo mandaron por un tubo. Al verse rechazado, entonces, se convirtió en un acérrimo opositor al DAP. Esa situación también lo dejó en otra condición de vulnerabilidad: Una vez más estaba solo al interior de su partido. Con anterioridad ya había roto lanzas con su antigua aliada Genoveva Huerta Villegas y ahora Lalo Rivera le pintaba la raya de separación. Ante esa realidad, Micalco decidió echarse a los brazos de los Rodríguez Regordosa. Sin duda, entendió que el conflicto de la Universidad de las Américas Puebla era estratégico para esa familia de yunquistas y se sumó sin reservas. Cómo olvidar que Herberto Rodríguez fue el principal promotor de la campaña contra el gobernador Miguel Barbosa Huerta. ¿Qué obtuvo Micalco? Aparecer como una de las cabezas del movimiento #UdlapLibre, granjearse la amistad de la familia Jenkins de Landa y aparecer en la foto. Luego vino el fallido intento de Micalco y Mónica Rodríguez Della Vecchia por hacer bloque con el grupo antibarbosista en el Congreso local. A la par, ambos comenzaron a presionar a Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández para que destituyera a Eduardo Alcántara Montiel de la coordinación panista. Sabedora que los Rodríguez Regordosa habían ganado un amplio terreno, la dirigente estatal del PAN vaciló y escuchó a las lenguas viperinas. El problema es que cuando pretendió hacer la maniobra, quedó exhibida como la impulsora de dos panistas que semanas antes había confabulado con los antibarbosistas para descarrilar a todos aquellos que pudieran hacerle competencia en la carrera por la sucesión al diputado federal Ignacio Mier Velazco. Micalco y Mónica agregaron a la lista al alcalde de Puebla. ¿Cómo podría Augusta avalar la unción de la dupla Micalco-Mónica ante tales pruebas de traición en contra de quien la puso en el cargo partidista? Nueva derrota para el diputado local del PAN. Así pues, Micalco ha ido dando tumbos y tanto él como Mónica son los únicos legisladores que traen una agenda propia al margen de su partido. El objetivo final de Micalco y Mónica es que en ellos se queden las candidaturas a la gubernatura y la alcaldía de Puebla o, mínimo, presionar para una senaduría. Para eso necesitan muchos reflectores, posicionamiento y montar narrativas escandalosas que los impulse en su imagen. ¿Ahora entiende por qué nuestro Torquemada pretende revivir los delitos de difamación y calumnia? El problema es que nuevamente mordió el polvo y ya le mandaron a decir que su intento quedará en eso: en otro fallido intento. ¡Qué Primo de Rivera lo redima!
LA PROTECCIÓN A MICHEL CHAÍN
La vida pública del ahora exsecretario de Desarrollo Urbano municipal ha estado marcada por errores atribuibles exclusivamente al político morenovallista. En la época de José Antonio Gali Fayad, por ejemplo, era uno de los serios aspirantes a la presidencia municipal y su carrera estaba en un meteórico ascenso. Pero todo se vino abajo. ¿Qué pasó? Que Michel Chaín tuvo la pésima idea de promocionarse como el principal gestor de la Industria Militar, que se asentó en San José Chiapa, cuando era de todos conocido que ese proyecto había sido una negociación directa del minigobernador con el entonces secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, con quien todavía mantiene una relación muy cercana. La difusión de una larga entrevista sobre el tema provocó la ira del exmandatario que lo separó de manera fulminante de la Secretaría de Desarrollo Económico estatal. Chaín cayó en desgracia y parecía que nadie podía salvarlo. Sin embargo, con el paso del tiempo fue recomponiendo su relación y en 2018 fue un aliado para golpear a Morena y a su candidato Miguel Barbosa Huerta y ser parapeto de Martha Erika Alonso Hidalgo. A través de su abanderamiento en el Partido Verde intentó restar votos a la oposición y, por lo menos, logró arrancar el 5 por ciento de las tendencias. En 2021, Eduardo Rivera Pérez pensó que era una buena idea que el otrora enemigo del gobernador de Puebla fuera incluido en su gabinete municipal. Las cosas no tardaron en descomponerse entre el edil y el inquilino de Casa Aguayo por la estulticia del primero. Por ejemplo, el edil le hizo caso a Chaín de que era una buena idea concesionar por 15 años los espacios publicitarios en paraderos peatonales, puentes y pendones del municipio sin la autorización del Congreso del estado. Eso llevó al poder Ejecutivo del estado a advertir que el gobierno panista estaba por violar la ley y no se lo permitiría. La relación terminó por romperse, el alcalde protegió a Chaín y tras esa pifia siguieron muchas más. La protección que Lalito ofreció a Chaín se terminó ahora que aparecieron nuevas denuncias de supuestos actos de violencia de género. Como bien dijera un usuario de redes sociales: Tuvo que haber un cruento feminicidio de una activista para que en el Ayuntamiento de Puebla hicieran algo para cesar al titular de Desarrollo Urbano. La doble moral.