Vaya revelación la que hizo la presidenta estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, sobre la incorporación de Marco Antonio Ramírez Moreno, alias La Cosa, al equipo del senador morenista Alejandro Armenta Mier. A decir de la dirigente, no habrá un proceso de expulsión del panista que migró ni se hará nada para sancionarlo. Incluso, afirmó un tanto enigmática que sólo resta esperar si es que La Cosa se presenta a la siguiente sesión de la Comisión Permanente del PAN o dejará el lugar acéfalo. Las palabras de Augusta Valentina son muy interesantes, pues Ramírez Moreno es una ficha de Marcos Castro Martínez, secretario general del Comité Directivo Estatal albiazul y uno de los afiles de la Organización Nacional del Yunque. ¿No habrá sanción con La Cosa porque es la avanzada del Yunque en las filas armentistas como parte de una estrategia para ayudar a posicionar al senador? ¿Tiene algo que ver que el pasado 30 de abril el presidente de la Mesa Directiva del Senado se haya reunido con los jefazos de esa organización como Francisco Emmelhainz Naveda, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, Gabriel Hinojosa Rivero, Juan Manuel Rodoreda Artasánchez y Javier Cabanas Gancedo? ¿Será que se está cumpliendo la prospectiva que realizó el Comité Ejecutivo Nacional del PAN de que el Yunque pretende atrincherarse en la capital poblana y hacerse del mayor número de candidaturas del Frente Amplio Opositor? ¿O acaso sería factible que, en esta estrategia, los yunquistas impulsarían a la senadora Nadia Navarro Aceves para que sea la abanderada a la gubernatura y así evitar que la diputada Genoveva Huerta Villegas o el mismo dirigente nacional Marko Cortes Mendoza se queden con esa ficha? ¿Será que La Cosa ya comenzó a generar “cosillas” al interior del panismo?
LA ENCUESTA MORENISTA
A raíz de los comentarios que vertimos en este espacio sobre el proceso interno de Morena nos dicen que uno de los reactivos a los que no se debe perder de vista es el que pretende introducir el excanciller Marcelo Ebrard Casaubón: “¿A quién prefiere usted como presidente?”. Esa interrogante, nos explican, sería la que mayor calificación tendría en el ejercicio, con un total de 2.75 puntos y formaría parte de la boleta que se entregará a los encuestados. A la par, se medirán otros “atributos”: Opinión positiva (2 puntos); honestidad (1 punto); respeta los derechos de las mujeres (0.50); cercanía con la gente (0.25); conocimiento del país (0.25); cumplimiento de promesas (0.25); si es buen candidato (1); y si votaría por él o ella (2). En la combinación de esos resultados estaría el ganador, pero la pregunta de a quién prefiere como presidente (ojo, presidente, no candidato) anclaría a otros reactivos y una sumatoria en cascada, por ejemplo, si es buen candidato y si votaría por el aspirante, permitirán de golpe sumar la friolera de 5.75. A esto, por lo regular le han añadido la opinión positiva y es ahí donde saldría el candidato. Pero, bueno, cabe aclarar que éste es el análisis de la fuente que se puso en contacto.