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jueves, noviembre 21, 2024

Pésimo mensaje

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Ayer quedó en evidencia que el municipio de Puebla y el gobierno del estado tienen un abismo de diferencia en cuanto a la forma y concepción de impulsar el desarrollo económico. En el caso del gobernador Miguel Barbosa Huerta, asistió al anuncio del arribo de una planta de camiones y autobuses eléctricos, que estará en San José Chiapa y es única en su tipo en América Latina. Esta fábrica implica una inversión de 5 mil millones de pesos. La industria automotriz, como se sabe, es un punto clave para detonar toda una cadena económica de proveedores, con su consecuente contratación de personal y demanda de insumos. Para que esa planta llegara, la gestión estatal no tuvo que contratar multimillonarios Proyectos de Prestación de Servicios a pagar a 30 años. En tanto, Eduardo Rivera Pérez encabezó la 4 Sesión de la Comisión Permanente por Puebla, en la que confluyen los amigos y socios del presidente municipal y sus patrones de la Organización Nacional del Yunque, aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial -quienes, por cierto, avalaron y aplaudieron el endeudamiento multimillonario del morenovallismo-. Allí también participan líderes sindicalistas charros como el priista Leobardo Soto Martínez -cuyo hijo es regidor en el Cabildo de Puebla-, universidades confesionales como la UPAEP y la Anáhuac, así como los activistas de la Udlap. En otras palabras, Lalito El Gerente mantiene el obsoleto modelo de privilegiar con el presupuesto público a los “empresarios” de siempre, a cambio de que hagan como que trabajan por la ciudad. Vea usted algunas de las grandes acciones impulsadas por este grupo de buenos para nada: los “empresarios” se comprometan a atender camellones de la ciudad y verse tan benevolentes con policías y naranjitas, a quienes se les otorgará “la prestación de servicios y cortesías de agua, jugo o café, así como el uso de sanitarios e internet en los restaurantes de la capital” (no se ría, eso fue lo analizaron y aprobaron). Ah, por supuesto, no pudo faltar el consabido elogio y alabanzas mutuas por los “excelentes resultados” que han dado todos los integrantes de la Comisión Permanente. Ese es el nivel pequeñito de quien dijo que corregiría el rumbo de Puebla. Ahora sabemos que corregir el rumbo es regresar a las viejas prácticas de los ladrones de la ultraderecha.

 

Pablito no puede

Pablo Montiel Solana se siente la divina garza al convertirse en el hombre más cercano al alcalde Eduardo Rivera Pérez. El panista no tiene un cargo en la Comuna, pero acompaña a todas las reuniones importantes que sostiene el edil. Por ejemplo, no se le despegó en todo el proceso del bochornoso caso del cobro del Derecho de Alumbrado Público. Tampoco ha dejado de operar para el munícipe los temas relativos al PAN y el vínculo con el Congreso del estado. Pablito El Yunquista demostró en tres meses que la encomienda de ser el operador de lujo de Lalito El Gerente le quedó muy grande. Ha ido de fracaso en fracaso y sus compañeros comienzan a intrigar sobre su condición de eterno perdedor. El más reciente descalabro lo vivió en los plebiscitos de las 17 juntas auxiliares de la capital. Se suponía que Pablito debía organizar todo para dar buenos resultados, pero todo le salió mal, pero como es la costumbre de la cofradía ultraderechista no será tocado ni con el pétalo de un regaño. Así como están las cosas, no dude que Pablito realmente es la cola que el Yunque le impuso a Rivera Pérez, quien muy confiadamente cree que es su  operador político estrella.

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