La oposición panista
Varias de las plumas y medios consentidos del alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, desplegaron información sobre la tendencia de votación que se espera en el Congreso del estado para la iniciativa que regula el cobro del Derecho de Alumbrado Público. Lo interesante es que entre los principales opositores se encuentra media bancada del PAN. La actitud asumida por dichos legisladores panistas responde más a las pugnas internas que se viven al interior del partido y la falta de asepsia de los operadores del presidente municipal que lo llevaron por la estrategia equivocada. Vayamos por partes. Una autoridad que pretende impulsar una iniciativa en el Congreso local está obligada a cabildear, negociar y acordar su aprobación. Es obvio que es necesario comenzar con los políticos de casa como una medida de darles su espacio y reconocimiento, así como garantizar la unidad. En este proceso, la autoridad interesada en los votos de sus compañeros de partido recibirá opiniones, peticiones y puntos a negociar. Bueno, pues el caso de Rivera Pérez eso fue todo lo que no hizo. El edil prefirió irse a platicar con los presidentes municipales de otros partidos para ganar respaldo, lo cual es un despropósito ya que tanto Morena como el PRI están dispuestos a apoyar el DAP y están en disposición de hacer lo propio con sus alcaldes. Lo que es peor: de seguir así las cosas el único que quedará en ridículo como perdedor será Rivera Pérez. ¿Tanto le pesa negociar con sus propios legisladores?
Una más de José Juan
Un político al que le llueve sobre mojado desde hace varios años es José Juan Espinosa Torres, quien se encuentra a salto de mata ante el riesgo de que sea detenido por la Fiscalía General del Estado ante un presunto desvío de 100 millones de pesos cuando fue alcalde de San Pedro Cholula. Si no fuera suficiente este proceso que tiene en contra que le hizo poner tierra de por medio (algunos dicen que combina sus estancias entre Estados Unidos y Guatemala), ahora la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado le inició un nuevo proceso administrativo ya que se desconoce o existe dudas sobre la aplicación de más de 18 millones de pesos en el año de 2018, es decir, en la recta final de su administración. El cholulteca, como se recordará, decidió traicionar a Morena y ese mismo año se echó a los brazos de Martha Erika Alonso. Lo que no contaba era con la tragedia del 24 de diciembre. Después, operó a favor de Enrique Cárdenas Sánchez, el insípido candidato del PAN a la gubernatura en 2019. Al fallar por segunda ocasión en sus cálculos políticos, José Juan se convirtió en opositor al barbosismo y fue uno de los miembros más destacados de la Banda de Los Conejos. Desde ahí pensó que presionaría lo suficiente para forzar a un acuerdo, negociación o pacto, pero nunca supo con quien se estaba enfrentando. Así pues, Espinosa Torres se quedó gritando en el desierto y, al final, tuvo que dejar la entidad porque su chantaje no tuvo efecto alguno.
