Tal y como lo adelantó en exclusiva el director general de esta casa editorial, Mario Alberto Mejía, el exsubsecretario de Medio Ambiente en la gestión de Mario Marín Torres, Juan Carlos Fernández Jasso, fue liberado debido a la falta de pruebas que demostraran su vinculación con el delito de peculado, acusación realizada en su contra y de seis exfuncionarios durante la gestión de Rafael Moreno Valle Rosas. El Juez Tercero de lo Penal determinó que no había elementos de prueba suficientes y por eso se dictaba el auto de formal libertad. Como lo reveló en su oportunidad el periodista, Fernández Jasso sabía que no existía forma de ligarlo a esa denuncia por supuestas anomalías en la construcción de rellenos sanitarios, pero nunca cuido debidamente el proceso jurídico. Mientras seis de los involucrados, entre ellos el exsecretario Francisco Castillo Montemayor, fueron absueltos, el hoy liberado no promovió ninguna causa a su favor, por lo que la Fiscalía General del Estado procedió a cumplir una orden de aprehensión vigente. Al final, el conflicto ha quedado atrás y Juan Carlos ha regresado a su casa con sus familiares. Enhorabuena.
Burrada tras burrada
La decisión tomada por el Cabildo de Puebla, por instrucciones del edil Eduardo Rivera Pérez, se la podemos explicar de una sola forma: impunidad para los choferes del transporte público. ¿Qué pensaría si le dijéramos que bajo el pretexto de no ser discriminadores se ha tomado la decisión de reducir las multas y sanciones a los conductores de la rutas que circulan por la ciudad, de ahí que ellos pagarán lo mismo que usted en cuanto comentan una infracción? Sería una estupidez, ¿no cree? Pues eso justo hizo el gobierno que dijo le iba a dar rumbo a Puebla. Si bien es cierto que la acción punitiva ofrece pocos resultados sin una política de prevención, también es indudable que enviar un mensaje de menores controles y sanciones a un grupo de conductores que conducen sin el menor cuidado ni protección, que están sometidos a criterios económicos esclavizantes y que prefieren arriesgar a los pasajeros a perder dinero por la cuenta, lo único en que derivará es en la percepción de que pueden hacer lo que quieran. Esas variables no fueron tomadas en cuenta por la autoridad municipal. Nos digan lo que nos digan, es un atentado contra el 80 por ciento de la ciudadanía que se transporta en rutas públicas que día a día sufren las vejaciones, maltratados y accidentes provocados por este gremio. ¿En qué está pensando la administración municipal si baja las sanciones a conductores del transporte público y a los conductores privados les quiere sacar cuanto dinero pueda por el uso de parquímetros? Sin duda, en nada bueno. Y, bueno, esta es una medida pensada rumbo a 2024. Al tiempo.
Agandalle sanitario
El viernes pasado hubo un comentario que hizo levantar la ceja a más de uno. Resulta que en su conferencia matutina, el gobernador Miguel Barbosa Huerta hizo un comentario en el que reconoció el trabajo del secretario de Salud estatal, José Antonio Martínez, en la lucha contra la Covid-19. “Estoy convencido que usted sabe más que Gatell y tengo temores que se lo quieran llevar a la Federación, pero ahí viene la lealtad con su estado: usted se queda”, fue la aseveración del mandatario. La frase por sí misma es uno de los espaldarazos más emblemáticos en la actual administración estatal y también una forma de decirle al encargado de sanidad local que acá es querido, valorado y difícilmente se le dejará ir a otros lares. Esta H. Redacción se suma a esa postura.
