La firma de los convenios de Colaboración en Materia de Seguridad con los Estados Limítrofes y de Coordinación del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) 2023, que involucran a 11 entidades del país, fue el escenario para que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina diera muestras, una vez más, de la extraordinaria relación que mantiene con los factótums del país y de la carrera presidencial.
No se trató de un acto oficial más, sino la evidencia de la garantía que ofrece el mandatario estatal como el árbitro imparcial que abona a un piso parejo rumbo a 2024 en las carreras presidencial y a la gubernatura; sin sobresaltos, con el respeto a cada investidura y mucho oficio político.
Fue así que este miércoles Puebla fue la sede para que Claudia Sheinbaum Pardo confirmara que sigue siendo la favorita de la militancia local, pero también para que Adán Augusto López Hernández esté presente como figura indiscutible en la toma de decisiones del país.
Un mensaje poderoso para quien hasta hace dos meses y medio asumió la gubernatura en una franca resistencia a la Federación que buscaba poner a su favorito, lo que derivó en una tensión pocas veces vista en el país.
Antes del deceso de Miguel Barbosa Huerta, Puebla era tierra exclusiva de Claudia Sheinbaum. La intempestiva realidad cambió por completo todos los escenarios, pero eso no impidió ni disolvió el cobijo que tiene la jefa de Gobierno de la Ciudad de México entre los poblanos. Los gritos de apoyo en la entrega de 500 patrullas, efectuada en la explanada del Centro Integral de Servicios, fue el botón de muestra. Y si bien no corearon el consabido “¡presidenta, presidenta!” eso no frenó las muestras de adhesión.
Un hecho que se registró durante el primer acto oficial y que muestra la influencia —al estilo rockstar— de la gobernante capitalina fue que la mandataria del PAN, Tere Jiménez, y las de Morena, Evelyn Salgado e Indira Vizcaíno, no perdieron la
oportunidad de tomarse una selfie y presumirla en sus redes sociales.
Por el otro lado, Adán Augusto López vive un clima de plácemes con la entidad poblana. El tabasqueño poco a poco ha logrado colarse en la simpatía de la clase política, que le comienza a dar un estatus de figura moral y dejó de verlo como alguien lejano en la carrera presidencial y hasta le ven condición de caballo negro.
Su investidura moral la logró de un solo tajo en aquella ocasión en que reunió a Alejandro Armenta Mier y Moisés Ignacio Mier Velazco con la finalidad de evitar una confrontación a muerte una vez que el gobernador Barbosa había fallecido. Una guerra fraticida como la que se vislumbraba solo perjudicaría a Morena.
Anterior a ese encuentro, limó todo tipo de asperezas con la clase política poblana, quien le endilgaba el intento por impedir la llegada de Céspedes Peregrina. Le bastó un par de horas para ganarse a los reunidos, pero también actuó en consecuencia al afirmar que para la Federación el gobernador legítimo y legal era el oriundo de Tepeaca.
Con ese contexto, Sergio Salomón Céspedes dio el paso fundamental al reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo entronizó como el jefe político de Puebla y puso en sus manos la buena conducción de la sucesión de 2024.
La reunión que el mandatario estatal tuvo con legisladores locales y federales de Morena, así como el líder nacional Mario Delgado Carrillo, fue el sello final a todo el proceso.
Sin embargo, este miércoles Sergio Céspedes también dio muestra de que el piso parejo se extiende a la carrera presidencial y lo hizo de una manera exitosa. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México apapachó al mandatario y le ofreció un trato sumamente deferente, mientras que Adán Augusto López no pudo ocultar la sonrisa de quien sabe que está entre amigos y aliados.
Todo lo ocurrido este miércoles quedó como constancia para 11 gobernadores del país, que dieron fe de la extraordinaria relación que Sergio Salomón Céspedes Peregrina mantiene con las fibras más sensibles y poderosas del país.
