Después de que los santos varones de la Organización Nacional del Yunque le jalaran las orejas a Eduardo Rivera Pérez por ignorar la instrucción que le dieron de posicionar a dos de sus perfiles “ciudadanos” para la presidencia municipal, Carlos Montiel Solana e Ignacio Alarcón Hernández, alias Taico, la ultraderecha que se disfraza de empresaria comenzó el jaloneo para quedarse con la candidatura a la presidencia municipal. Ante esta situación la Comisión Permanente por Puebla, que aglutina a universidades de corte confesional, al Consejo Coordinador Empresarial, así como a organizaciones ciudadanas que solo en su casa conocen, anunció hace unos días el inicio de su proselitismo rumbo a los comicios de 2024 y el pretexto será ¡una campaña de promoción de valores! (Hasta para fingir son malitos). Toda la iniciativa, nos dicen fuentes muy confiables, fue propuesta por Rivera Pérez –como si una campañita de secundaria pudiera posicionar a alguien ante el electorado–, quien mandó a decir que será respaldado aquel que esté mejor posicionado en las encuestas. Ayer, jueves 9 de febrero, Carlos Montiel salió del clóset político y anunció su interés por buscar la presidencia municipal, mientras que un par de días antes Taico Alarcón fue el responsable de anunciar la “campaña de valores”. Sin embargo, ambos aspirantes, que de ciudadanos tienen lo que nosotros de físico-matemáticos, comenzaron con el pie izquierdo. Taico apostó por una campaña insípida que no dice nada ni le servirá como plataforma, mientras que Montiel Solana apenas dijo que quiere ser candidato y ya mandó a decirles a las dirigencias del PAN, PRI y PRD, para que den a conocer las reglas para la elección del candidato. El problema es que el coordinador de regidores del Cabildo de Puebla no milita en ninguno de esos partidos, de ahí que carece de facultades o autoridad para demandarles que haga su santa voluntad. Este grado de soberbia o cinismo, o ambos, deja al descubierto la condición humana en la que se encuentran. Tan cerca del erario y tan lejos de los valores políticos.
EL ENOJO DE ADÁN
Quien debería tomarse un té de pasiflora en el Ayuntamiento de Puebla es Adán Domínguez Sánchez. El gerente del gerente del Yunque fue interrogado, este jueves por la mañana, sobre la posibilidad de que la gestión de Eduardo Rivera Pérez entregara una concesión para realizar la recaudación municipal de predial, establecimientos comerciales y hasta ambulantes. Preso de la muina, el funcionario estuvo a punto de que le saliera espuma por la boca. Su enojo fue a tal grado evidente que a penas y podía hablar. En nuestros barrios a eso se le llama: traer la muina atravesada. Y, bueno, cualquiera andaría fúrico si viera cómo de un día para otro le salen alitas al negocio que cocinaba al amparo del poder. Más aún, cuando se pretendía beneficiar a una empresa vinculada con un sector Organización Nacional del Yunque, el mismo que anda muy enojado con el alcalde Eduardo Rivera debido a que ignoró la orden expresa de sus patrones de impulsar las aspiraciones de varios consentidos a la presidencia municipal. ¿Ahora qué cuentas dará al gerente del Yunque? ¡Sereno, Adán! Ya vendrán mejores negocios… perdón, mejores días.