La reunión que Andrés Manuel López Obrador sostuvo con los cuatro aspirantes presidenciales y los 22 gobernadores morenistas del país ha dejado en claro que el mandatario tiene el control absoluto de los tiempos y las formas de su sucesión. También ha surgido información sobre lo que se espera para los próximos meses y hasta la forma en que se procesará la unidad. El analista político José Fonseca, autor de la columna Café Político, reveló un dato sumamente importante de lo que López Obrador dijo en ese cónclave respecto a quienes se nieguen a aceptar las reglas de la sucesión. Haciendo referencia a lo que ocurrió en Coahuila, el presidente sentenció: “Por fuera se arriesgan al vacío, a la derrota”. En la carrera presidencial a nadie le queda duda que Claudia Sheinbaum Pardo es la cuasi candidata y el mismo presidente está operando en consecuencia. En el caso de la gubernatura de Puebla y las restantes ocho que estarán en juego el próximo año, la lógica será más o menos la misma, pero con la diferencia de que el género será fundamental para definir al/la abanderado/a. Esto nos lleva a que la encuesta (una sola aplicada por el partido y acompañada por cuatro estudios espejo a manos de casas encuestadoras que serán elegidas por sorteo) definirá quién será ungido. Lo interesante es la línea establecida desde Palacio Nacional para todos: unidad por encima de cualquier interés personal. Este mecanismo pone los pelos de punta a todos. No hay más. El resto de los acomodos están pensados en abrir la baraja de la inclusión. Cómo bien lo advirtió el periodista Mario Alberto Mejía, la pregunta fundamental es: ¿cuánto vale el segundo lugar? En el caso de los aspirantes presidenciales, el segundo lugar podrá escoger para él mismo o para un tercero la coordinación en alguna de las cámaras legislativas y espacios en el gabinete federal. El tercer lugar tiene como opciones -según explicó el senador Ricardo Monreal Ávila– un espacio legislativo o su inclusión al gabinete. El resto podrán ser incluidos en las listas de plurinominales, nada más. Por eso, en Puebla la pregunta que hace el quintacolumnista es la más importante de todas: ¿Cuánto vale un segundo lugar en la carrera por la gubernatura? Ya se verá con el tiempo, pero algo que todos los tiradores a Casa Aguayo saben desde ahora es que no hay cabida para la ruptura, el berrinche y menos para la traición. Ya lo saben: “Por fuera es el vacío, la derrota”. Y nosotros agregaríamos: Todo acompañado por un abultado expediente judicial.
NO PUEDEN EN EL PAN
En el Comité Directivo Estatal del PAN pensó que con el proceso de expulsión de Eduardo Alcántara Montiel terminaría su pesar de tener a alguien que no pueden dominar o someter. Pero todo se complicó más debido a que sólo fortalecieron más al diputado local. La razón es sencilla: El Yunque sigue aplicando la lógica del pasado para un mundo que ya cambió. Ya no hay unilateralidad, como tampoco hay sometimiento a la fuerza. La inteligencia, como lo ha demostrado la historia, puede más que el oscurantismo. El Yunque tiene todo para evolucionar, pero todo indica que se niega por una tara genética.