Sorpresivamente, el pasado viernes 23 de febrero, Mónica Rodríguez Della Vecchia anunció su renuncia a la candidatura a la diputación federal 12. Aludió motivos personales, pero la realidad es que detrás de su decisión existe una poderosa razón que no tiene nada qué ver con dinero, poder o espacios sino con la ausencia de criterio de Eduardo Rivera Pérez para salvar al soldado Ryan, mejor conocido como Néstor Camarillo Medina.
Para nadie es un secreto que el malogrado dirigente estatal priista se convirtió en el activo más tóxico de la coalición PSI-PAN-PRI-PRD (el orden de los partidos es el correcto, de acuerdo a la importancia que le ha dado su candidato a la gubernatura) debido a que su vulgar ambición provocó la peor crisis del tricolor en casi 100 años de historia en la entidad.
A consecuencia de su nulo sentido común, Néstor Camarillo quedó como el único diputado local del PRI en el Congreso del estado, por lo que una vez que solicite su licencia al cargo para irse como candidato al Senado -el fruto de su vulgar ambición- la bancada priista desaparecerá, pues el suplente Rafael Ramos Bautista forma parte de las filas de la 4T.
La extinción priista -al igual que los dinosaurios- está relacionada con el éxodo de miles de militantes y liderazgos hacia Morena. El mejor ejemplo es que el PRI apenas y logró conseguir a 89 candidatos a presidentes municipales de un universo disponible de 201. Nestitor ya reconoció el fracaso, pero lo justificó con la baja participación de mujeres (risas de fondo).
Ante la inminente extinción de la bancada, Eduardo Rivera tuvo la ideota de ejecutar la operación Rescatando al soldado Ryan, a través de la cual el PRI continuaría con una fracción legislativa y hasta un asiento en la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso.
Para eso no dudó en perjudicar todavía más al Grupo Legislativo del PAN que ya había sufrido la merma de cuatro diputados locales, quienes se integraron al Grupo Plural. Así pues, el candidato a la gubernatura de la oposición ordenó que Mónica Rodríguez Della Vecchia y Nancy Jiménez Morales ¡se convirtieran en priistas!
La respuesta no sólo fue un rotundo rechazo, sino que Mónica Rodríguez se sumó a los militantes que se han rebelado contra las malas decisiones de quienes controlan al panismo poblano con la renuncia a su candidatura a la diputación federal. (Días antes, al enterarse de esa misma jugada, la suplente de la actual diputada local también los mandó a volar, por lo que todo comenzó a hacer crisis).
La propuesta de Eduardo Rivera significa una verdadera grosería a un par de panistas de cepa, integrantes de las familias custodias y con una militancia de abolengo. Para que nos entienda es como pedir a un yunquista se vuelva masón.
Más aún: Mónica Rodríguez pertenece a la familia Rodríguez Regordosa, forjada por dos íconos de la ultraderecha poblana: Herberto Rodríguez Concha y Nineta Regordosa Valenciana.
El clan -que se encuentra peleado a muerte con Eduardo Rivera- había hecho un acuerdo para llevar las cosas tranquilas con el candidato a fin de sacar adelante el proceso electoral, pero es muy probable que el exalcalde creyera que el multimillonario contrato de parquímetros que entregó a Parkimóvil, en donde uno de los socios es Herberto Rodríguez Regordosa, era suficiente para obedecer sin chistar.
Rivera Pérez olvidó que mientras él es un avecindado originario de Toluca, Estado de México, los Rodríguez Regordosa son una de las más rancias familias de abolengo poblano. Su influencia en la ultraderecha poblana sigue tan vigente que el mandamás del Patronato de la UPAEP es Pablo Rodríguez Posadas.
Ese rompimiento de Mónica Rodríguez no es menor y asoma el peligro de una ruptura definitiva de un sector de la ultraderecha con Eduardo Rivera, situación que podría contaminar todo el escenario y llevar a los jefazos de la Organización Nacional del Yunque a hacer lo que mejor saben: Negociar con el poder en turno.
¿Supo Eduardo Rivera lo que hizo al intentar salvar al soldado Ryan? Claro que lo sabía, el rosario de consecuencias permite advertir que la soberbia y el sectarismo es más grave en el candidato a la gubernatura de lo que se pensaba.
Lo que resulta más tragicómico es que Rivera Pérez ni siquiera es el puntero de las encuestas y arrancará su campaña en medio de una crisis en más de una docena de municipios importantes, en donde la militancia ya le dijo basta a los caprichos del candidato y su grupito de inútiles.
TEHUACÁN, EL NUEVO COSCORRÓN
Para no variar con los constantes escándalos a los que la dirigencia estatal del PAN nos ha acostumbrado, este domingo se llevó a cabo la asamblea municipal en Tehuacán que desnudó el verdadero sentimiento de la militancia y poder del grupo de Eduardo Rivera.
La votación final quedó de la siguiente manera: 189 a favor de Francisco Díaz, alias El Pollo, un panista muy querido en la base; y 15 para Eliseo Lezama, el candidato de Eduardo Rivera.
Al conocerse los resultados, la dirigencia estatal estuvo a punto del soponcio por lo que instruyeron a su delegado en la zona, Martín Coeto, a que declarara nula la decisión de la militancia debido a que Eliseo Lezama ya fue designado como candidato.
La rebelión, como usted entenderá, apenas empieza.
Solo falta que Morena no se equivoque y ponga a la impresentable de Araceli Celestino Rosas y se inclinen por uno de los aspirantes mejor ubicados en las encuestas y con la estructura político-electoral más fuerte: Jesús Amador Hernández Martínez.
