Al alcalde de Puebla ya se le hizo costumbre propagar mentiras a diestra y siniestra para convencerse de que controla su realidad, ignorando que su gobierno va caída libre. Y no, no se trata de la aberración de calificar como “especulaciones” las pruebas que existen por la venta de alcohol a menores en el salón Country de San Manuel, sino a que asegura que cuenta con el respaldo de la bancada del PAN en el Congreso del estado para aprobar el cobro del Derecho de Alumbrado Público para el ejercicio fiscal de 2023. Eduardo Rivera Pérez tuvo una reunión con los legisladores panistas Oswaldo Jiménez López, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Nancy Jiménez y Aurora Rodríguez Sierra en la que defendió las bondades de la recaudación por ese concepto. Sin embargo, en el cónclave el único que se manifestó en favor fue el primo de los juniors cuyo papá aprieta botones; es decir, Oswaldo Jiménez. Ese es el único voto seguro del presidente municipal. Aurora Rodríguez, por ejemplo, se ha manifestado en contra del DAP, lo mismo que Mónica Rodríguez; mientras que Nancy Jiménez votará como le ordene su comadrita Mónica. En el caso de Guadalupe Leal, Eduardo Alcántara Montiel y Patricia Valencia no existe una postura definida y están inclinados por la abstención. Finalmente, el impresentable Rafael Micalco Méndez irá en contra, porque ese señor está enojado porque no lo hicieron coordinador de la bancada ni le quisieron dar maicito extra. Ese es el panorama real del munícipe capitalino, el cual también demuestra que Pablo Montiel Solana, el supuesto estrella operador político, sirve para dos cosas: Nada y nada. Bueno, se entiende, Pablito solo sabe de grilla barata y odiar a aquellos que lo exhiben en su pequeñez. Ese es el perfil de colaboradores que le encantan a Lalo Rivera. La auténtica nave de los locos.
EL DESCONTROL EN TORNO A LALO ANGELÓPOLIS
Algo pasa en torno al diputado local de Morena, Eduardo Castillo López, que sus supuestos “aliados personales”, aquellos que presumía como los “suyos”, se salen de control y atentan contra quienes sí son apoyo del movimiento en el estado. El primer caso tiene que ver con el municipio de Zautla, donde hay una supuesta influencia de Lalo Castillo, más conocido como Lalo Angelópolis, por su proclividad a visitar ese centro comercial, en lugar de su distrito en la Mixteca. En ese ayuntamiento puso algunos encargados de temas importantes, como el área de Comunicación Social. Pero, hace unos días, el alcalde Marco Antonio Alejo Calderón auspició con recursos públicos una vista proselitista de Moisés Ignacio Mier Velazco y envió como anfitriones (casi hostess) al encuentro, en la junta auxiliar de San Miguel Tenextatiloyan, a su asesor jurídico, Álvaro Mariano Martínez; a su operador político, Misael de Santiago Ruiz, y al presidente auxiliar, José Mariano. ¿No que Lalo Angelópolis es fiel al movimiento, al barbosismo y a su coordinador Sergio Salomón Céspedes Peregrina? Antes, por cierto, fue “fiel” a Alejandro Armenta, pero terminó por traicionarlo. En un segundo caso, el expresidente municipal de Atoyatempan, quien por cierto poco dejó de buenos recuerdos, tiene acusaciones de desvío de recursos y ni siquiera le han aprobado todavía una sola cuenta pública de su gestión. Amado Peñuela Olivares se ha desatado con ataques mediáticos y en redes sociales al actual presidente municipal, Élfego Galindo Rosas, quien ha tenido que comenzar a reparar los desastres que dejó quien ahora es secretario particular de Lalo Angelópolis. En medios regionales, el empleado de Lalo ha golpeado al actual presidente. Élfego es del PSI, pero a la vez aliado total de la 4T y uno de los invitados a la visita de Claudia Sheinbaum, a quien también apoya. Algo pasa en torno a Lalito Castillo. O no controla o es responsable de esos resbalones. Es cuanto, señor diputado.
