Posiblemente la presidenta del PAN Puebla, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, no lo sabe y no tiene quien se lo advierta, pero le están vendiendo chivos famélicos y enfermos con la creación de la Secretaría de Atención de Asuntos del Campo del Comité Directivo Estatal y que su dirigencia presume como un “hecho inédito”. El autor de la idea y ahora beneficiario del cargo, Juan Andrés Ramos Domínguez, es un viejo conocido de muchos productores poblanos, pero no porque los haya ayudado sino por su fama de cobrar moches (al menos eso es lo que nos dicen quienes lo conocen). El supuesto especialista del campo y militante panista fue coordinador de los delegados de la Secretaría de Desarrollo Rural en el sur de la entidad. Luego fue frustrado candidato a diputado local. Si fuera cierto de que es un gran conocedor del agro estatal y además tiene relación con las mujeres y los hombres del campo, su imagen y su nombre no estaría tan desprestigiados y en sequía de seguidores. En el discurso que enuncio ante unos 50 asistentes en el acto partidista de la semana pasada, Andy Cobra Moches se atrevió a decir que en Puebla la 4T ha olvidado a los campesinos (risas grabadas de fondo). La afirmación no solo es falsa, sino que demuestra cuál será su discurso: la declaración facilona y poco seria. A lo mejor, Andy no ha sido informado que la actual administración estatal es la que más ha invertido en el agro históricamente. Por ejemplo, en poco más de 2 años se han aplicado 4 mil millones de pesos en apoyo a los productores. Pero, bueno, es entendible que Andy esté despistado ya que su formación se encuentra en el morenovallismo, cuando todo era simulación. Si decían que habían destinado mil millones de pesos al campo, en realidad eran unos 200 o 300 millones porque el resto iba a los negocios personales de los funcionarios. Basta recordar que el programa de moto-tractores fue un fiasco y Andy lo supo de primera mano. (Por cierto, en el acto partidista, la dirigente estatal apareció ataviada con un sombrero muy fifí, lo que no dejó dudas de que el único conocimiento que tiene Augusta Valentina sobre el mundo rural es que su atuendo se parezca lo más posible al de un terrateniente o un cantante de la onda grupera).
Engaños patéticos
¿A quién se le ocurriría acusar al gobernador Miguel Barbosa Huerta de mandarse a hacer una estatua de bronce? A aquellos que siguen teniendo como patrones a los morenovallistas que hicieron y deshicieron a su antojo cuando tuvieron el poder. Cómo olvidarlo, eran los tiempos del dispendio, el culto a la personalidad. Rafael Moreno Valle mandó a hacer puentes atirantados hechizos y les puso sus iniciales. José Antonio Gali Fayad mandaba a decir que se le dijera y escribiera su nombre como Tony Gali, ese era su nombre artístico, su marca. (Ya lo dijo el gobernador: Tony es un nombre muy fifí). Los odiadores de tiempo completo del oriundo de Zinacatepec difundieron la versión de que había develado una imagen suya, lo que es totalmente falso. Al respecto, la Dirección de Comunicación Social del gobierno del estado respondió: “El titular del Ejecutivo se ha caracterizado por llevar un gobierno austero, sin lujos, ni ostentaciones a diferencia de anteriores administraciones estatales, que derrochaban en frivolidades el dinero de las y los poblanos. Atrás quedó el culto a la vanidad de los mandatarios. El gobierno de Miguel Barbosa Huerta ejerce un poder público al servicio de la gente, sin fantochería ni simulación, su prioridad es atender a la población que más lo necesita con obras que son vitales para su seguridad y desarrollo”. Si estas son las balas que los antibarbosistas tienen, ya vemos que siguen creyendo que con salvas ganarán la guerra. ¡De pena ajena!
