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martes, diciembre 3, 2024

La detención de Carlos Navarro

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Todo ocurrió al inicio de la LXI Legislatura local. El partido Pacto Social de Integración apenas se recuperaba de la dolorosa caída electoral de 2018. Los comicios locales intermedios le dieron un respiro a Carlos Navarro Corro, quien ya veía como su instituto satélite se despediría de no ser porque se acogió en la promiscuidad política. Eso lo llevó a impulsar candidaturas comunes con casi todos los partidos políticos, es decir, demostró que no hay ideología definida sino el poder por el poder o, en este caso, la supervivencia a como diera lugar. Fue en la elección de Ayuntamientos en donde mejor obtuvo dividendos, al sumar 209 mil 458 sufragios, el equivalente a 8.17 por ciento de toda la votación, que significó ser gobierno en nueve alcaldías y cogobierno en otras 12. A la par, PSI obtuvo una diputación local que fue para el dirigente estatal. Con esos resultados en la bolsa, don Carlos pensó que podía hacer lo que quisiera. Por ejemplo, cometer el exceso de circular a bordo de una Suburban prieta, la más lujosa del mercado. En la calle 5 Poniente fue común en los primeros días de la nueva legislatura ver cómo el líder de PSI bajaba muy ufano de su vehículo, mientras su chofer disfrutaba el espectáculo a sabiendas que estaban en sitio prohibido para estacionamiento. Así transcurrieron los días de Carlos Navarro. Pero el exceso le cobró una factura muy alta. Un buen día, integrantes de la Agencia Estatal de Investigación de la Fiscalía General del Estado hicieron alto a la Suburban. Pidieron los documentos y procedieron a decomisar el vehículo y detener a sus ocupantes. ¿La razón? La excéntrica camioneta tenía reporte de robo en Plataforma México. El legislador se tuvo que tragar su orgullo y comenzó a pedir auxilio por todas partes. No se sabe con precisión cómo es que Carlos Navarro logró saltar el entuerto, pero de que fue detenido ni duda cabe.

 

MALQUERIENTES LOPEZOBRADORISTAS

La sesión del Consejo Estatal de Morena, efectuada el pasado lunes, sacó a la luz que en Puebla existen malquerientes de la 4T y su bilis los ha llevado incluso a negarse a respaldar públicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador. Resulta que a raíz de la convocatoria del gobernador Miguel Barbosa Huerta, los consejeros de Morena sesionaron para respaldar oficialmente la movilización. Con una amplia mayoría, la dirigencia estatal consiguió el respaldo, pero hubo 19 militantes que decidieron votar en abstención. ¿De qué se abstuvieron? De respaldar públicamente a la Cuarta Transformación y al mandatario federal, principales causas por las que saldrán miles de simpatizantes este próximo 27 de noviembre. Los timoratos consejeros tienen como cabeza al diputado federal Ignacio Mier Velazco, al impresentable de Carlos Evangelista Aniceto, a los lacayitos de Claudia Rivera Vivanco y hasta al enanito político Alejandro Carvajal Hidalgo. ¿Dónde quedó el amor que tanto profesaron al tabasqueño? ¿Acaso su respaldo se queda en felicitaciones en redes sociales por el onomástico del presidente? ¿No que muy 4T, muy progresistas y leales? Cómo se ve que los malquerientes del gobernador de Puebla son tan mezquinos que son incapaces de respaldar una acción que implica un bien mayor. Esos son los aldeanos que tenían secuestrado al partido y ahora ven de lejos cómo llegó una fuerza capaz de ganar y movilizar a miles de personas. Ese tal vez es su enojo bilioso.

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