Aunque es casi un hecho que Morena arrasará en las elecciones de 2024 debido a la famélica oposición que existe en el país, en la entidad poblana, principalmente la ciudad capital, se estaría cocinando un ejercicio electoral bastante interesante que tiene al PAN como su principal articulador. Vayamos por partes. Los sondeos de opinión dan por hecho que la gubernatura será ganada por el partido lopezobradorista debido a la fortaleza de la maquinaria electoral en el interior del estado y a una serie de elementos articuladores que lleve al fortalecimiento de los grupos regionales. Sin embargo, en la capital poblana el PAN lleva dos triunfos electorales al hilo: 2019 y 2021. Pese a tener un pésimo candidato a la gubernatura como Enrique Cárdenas Sánchez, un insípido académico que creía que todos debían rendirse a sus pies por el simple hecho de ser él, hace cuatro años Acción Nacional, su base militante y un sector del voto switcher salieron a las urnas y lograron un triunfo que se extendió en la zona conurbada. Ese resultado, producto de varios factores como el tóxico gobierno de Claudia Rivera Vivanco y el rápido desencanto de un sector poblacional hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, llevaron a que incluso el exgobernador Miguel Barbosa Huerta, el mismo del triunfo electoral, reconociera que los electores habían mandado un mensaje importante que debía ser analizado y entendido si es que se pretendía consolidar la Cuarta Transformación. Para 2021, los albiazules volvieron a repetir la fórmula. Ganaron casi en todo: alcaldías, diputaciones locales y federales. Por ejemplo, en el distrito federal 10 de Cholula, el PAN perdió su bastión Atlixco, pero ganó la diputación federal y local, además de que recuperó San Andrés, San Pedro y Cuautlancingo. En la capital la historia es de sobra conocida: el monumental fracaso del gobierno morenista, inmiscuido en escándalos de corrupción, violencia política por razón de género, frivolidades, encontronazos y mucha ineptitud, provocó un hartazgo ciudadano que simplemente fue cobrado en las urnas y fue capitalizado por Eduardo Rivera Pérez. En la capital y la zona conurbada se concentra el grueso más importante de la base electoral de la entidad, pero también es morada del voto switcher, un tipo de elector aspiracional y que en 2010 y años subsecuentes permitieron al morenovallismo reinar a sus anchas. En esta encrucijada electoral que se espera en 2024, Acción Nacional tiene un pie adelante en la construcción del triunfo electoral por ser el único partido capaz de aglutinar a ese tipo de votante. Morena, por el contrario, necesitará una figura fresca y que abone a la penetración en ese sector. No será el partido el que influya sino la persona. El instituto por sí mismo permitirá aportar maquinaria electoral, eso es importantísimo, pero requerirá forzosamente de un perfil que le ayude a traspasar su franja electoral. Si los morenistas aspiran a ser competitivos deberán tomar en cuenta esas variables. De lo contrario, lo que se espera es un arduo y difícil camino. Al tiempo.
NOROÑA, NORA MERINO Y TOÑO LÓPEZ
Un partido que ha demostrado con hechos su interés por ser un protagonista de la elección de 2024 en Puebla es el Partido del Trabajo. Y eso sólo es posible gracias a los liderazgos que ha logrado aglutinar. Ayer, por ejemplo, estuvo en la ciudad la corcholata nacional del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien no solo vino a placearse sino a levantar la mano a dos figuras frescas de ese instituto: Nora Merino y Antonio López, ambos diputados locales. El arribo del diputado federal se debió gracias a que ambos legisladores se adelantaron a todos y qué mejor que contar con su respaldo para impulsarlos como las cartas del PT a la presidencia municipal de Puebla. Pero eso no fue todo: El Comisionado Político Nacional para Asuntos Electorales en el Estado, Ernesto Villarreal Cantú, afirmó que van a pelear porque la candidatura a la alcaldía por la coalición que harán con Morena y el Verde se quede con quien esté mejor posicionado, es decir, la baraja se cierra solo a Nora Merino y Toño López. Ahora sí que ambos rebasaron por la izquierda.
