El primer informe de labores de la fracción del PRI en el Congreso del estado se convirtió prácticamente en el grito de guerra para romper en mil pedazos la alianza Va por Puebla. El gobernador Miguel Barbosa Huerta aprovechó el escenario para enviar interesantes mensajes a la clase priista. Por ejemplo: “El PRI está en el camino correcto de ir rumbo al poder público que ya tuvieron, porque en su agenda no es la ruptura, es la construcción” y que mientras el peñanietismo se negó a renovar al priismo y su jefe se negó a trascender, años después han sido parte de la transformación que se vive en Puebla, es decir, están dentro del nuevo régimen construido por el barbosismo. ¿A qué se refería el gobernador al afirmar que el PRI no apuesta a la ruptura? Pues, entre otras cosas, a que no irán en contra de la Cuarta Transformación por un capricho, un berrinche ni por ser veleidosos, sino que tienen en sus manos la posibilidad de e empujar nuevos escenarios para el país. La mejor muestra es la ampliación del plazo de operación de la Guardia Nacional, mientras que en la entidad han acompañado al inquilino de Casa Aguayo en las principales reformas que ha propuesta, sin dejar de ser oposición y privilegiando el consenso. El discurso del mandatario estatal fue redondo, como también lo fue la magistral forma de apropiarse del auditorio y llevar a los asistentes al camino que trazó. La consecuente reacción fueron grandes aplausos, muestras de simpatía y la convicción del priismo poblano que tienen en las manos la oportunidad de mantenerse con vida y el único requisito es que sigan por el camino de la construcción y no de la ruptura.
EL FACTOR JORGE ESTEFAN
Mención aparte merece el coordinador del grupo legislativo del PRI en el Congreso del estado, Jorge Estefan Chidiac, al ser el principal impulsor del acto en el que el gobernador Miguel Barbosa Huerta tendió su mano de amistad y trabajo político. El diputado local logró retornar de una intriga palaciega que le tendió Fernando Manzanilla Prieto y que lo puso al borde de la muerte política. Hábil como es, Jorge Estefan esperó paciente su regreso a la entidad y demostrar su valía. Conclusión: No solo tiene el control del PRI estatal, sino que desde su posición legislativa logró recomponer su relación con el mandatario estatal y serle útil en todo aquello que necesitara. El priista no necesitó postrarse ante el gobernador ni actuar en plan de sumisión, sino que hizo uso de su oficio político para demostrar que lo suyo es el consenso. Su empeño ya rindió los primeros frutos y como evidencia quedó el primer informe que rindió la bancada priista en el Museo San Pedro de Arte Virreinal.
