En diferentes medios de comunicación nacionales se manejó ayer un dato que resultó impreciso: el supuesto vacío que hizo el bloque de senadores ligados a Marcelo Ebrard Casaubón a la coordinadora nacional de los Comité de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo, quien acudió a la Cámara alta para reunirse con los legisladores de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista.
Lo que dichos medios nacionales no cayeron en cuenta es que la verdadera operación política había tenido lugar durante el desayuno en la colonia Del Valle, en donde 33 legisladores ebrardistas, encabezados por el propio excanciller, celebraron un cónclave al que acudió el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ignacio Mier Velazco.
Que Malú Mícher no haya acudido al encuentro con Claudia Sheinbaum forma parte del juego del exsecretario de Relaciones Exteriores, ya que la senadora ha sido la principal crítica del proceso interno. Sentarse en la misma mesa de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México es un hecho por el momento impensable y los ebrardistas no están dispuestos a ceder tan fácilmente.
Lo importante, como dijimos líneas arriba, ocurrió en el encuentro entre Mier Velazco, Marcelo Ebrard y su bancada legislativa.
Una nota firmada por el reportero Néstor Jiménez, de La Jornada, resultó más que reveladora. Vea usted:
“Tras salir de la reunión que sostuvo Marcelo Ebrard con 33 legisladores de su equipo, el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, afirmó que los ebrardistas le ratificaron su lealtad con el proyecto de la cuarta transformación, en tanto que, de su parte, ‘el compromiso es dar el mismo trato a todos los integrantes de la bancada’ e indicó que dentro del grupo parlamentario se realizará un voto de conciencia en torno al proyecto.
“(…) Luego del encuentro que poco más de dos horas en la colonia Del Valle, Mier señaló que fue una charla alegre y de camaradería, para ‘ratificar que están en el proyecto de transformación, la lealtad en nuestros principios, y en espera de que se resuelva por parte de las instancias del partido las impugnaciones que presentaron’.
“Expuso que se reunió con ellos tal como lo hizo con el equipo de Adán Augusto López Hernández y de Claudia Sheinbaum, y agregó que su trabajo ‘es precisamente coordinar, conciliar y fortalecer la unidad tanto del grupo parlamentario como la unidad de la coalición’.
“A la vez, descartó presiones y aseguró que ‘en el caso de nosotros no ha sido así, en el caso de Morena respetamos, así nacimos, nacimos en el debate la discusión, la discrepancia, pero siempre en la lealtad a los proyectos y a los que defendemos, a los valores, a los principios, y eso no ha cambiado”.
“Recalcó que en la bancada en la Cámara de Diputados ‘no hay bloques, en la cámara es un solo grupo parlamentario, y existen compañeras y compañeros que, en la vida del partido y de las definiciones del partido, ellos asumen una convicción y apoyo a diferentes expresiones, lo va a haber ahora para las definiciones de coordinadoras y coordinadores en los nueve estados de la República, lo mismo va a suceder para el Senado de la República, y creo que no hay ningún bloque, lo que sí hay son aspiraciones individuales y colectivas en torno a personalidades dentro del movimiento’”.
Es obvio que uno de los temas más importantes en San Lázaro es la discusión del Presupuesto federal del próximo año. No hay otro tema prioritario en la agenda.
También cabe aclarar que esta es la segunda reunión que el coordinador de Morena la Cámara de Diputados sostiene con la bancada ebradista. La vez pasada estuvo coronada con la presencia de Claudia Sheinbaum Pardo.
Pero lo que hace único y especial el cónclave de ayer es que Marcelo Ebrard ratificó, sin decirlo y sin aspavientos su decisión de apoyar el presupuesto y dejar en claro que mantiene el control de su bancada. Del otro lado, es decir, del lado de Ignacio Mier encontró a un político dispuesto a escucharlo y hacer política.
Aspiraciones sin posibilidades
Aunque en Morena todos los militantes y simpatizantes tienen derecho a participar en la definición del coordinador estatal de los Comités de Defensa de la 4T en Puebla, el anuncio de que Rosario Orozco Caballero se inscribirá en la contienda provocó que más de uno haya levantado la ceja debido a que no tiene la mínima posibilidad de hacerse de la candidatura ya que sus números simplemente no le alcanzan. Con esta debilidad a cuestas, lo que quedan son escenarios alternos que también chocan con la realidad. Por ejemplo, si lo que pretende es hacer valer un liderazgo moral y darle un peso político en esta contienda, entonces, la estrategia es equivocada. De entrada, un líder moral no anda en busca de cargos, sino que está interesado en mantener vivos los principios del proyecto político y no hay otro que el de la 4T. Y regresamos a lo mismo: Para a ver valer un peso político se debe tener uno y, sobre todo, debe ser mayoritario, que no es el caso. Por otro lado, si doña Rosario supone que el barbosismo es una corriente viva al interior de Morena, basta recordar que está muy menguado y los consejeros estatales que el exgobernador Miguel Barbosa Huerta logró aglutinar para obtener la mayoría del máximo órgano de gobierno del partido en la entidad, ahora responden al nuevo inquilino de Casa Aguayo. Ahora bien, si lo que pretende es sumarse a la lucha para llenar de piedras el camino, solo terminará más desgastada. Y, por último, si lo que realmente quiere es negociar un cargo de elección popular tendrá que construir una vía alterna que la lleve a saltarse la tómbola anunciada por la dirigencia nacional de Morena para las listas plurinominales.