Apenas han pasado cuatro meses del cambio de rumbo que el alcalde Eduardo Rivera Pérez prometió para la ciudad de Puebla, y vaya que ha cumplido, aunque de una forma bastante particular. Como no se había en décadas intentado ordenar el comercio informal en el Centro Histórico de la ciudad, el gobierno del panista ha optado por una nueva estrategia: combatir fuego con fuego, que es igual a enfrentar una protesta de ambulantes en las primeras calles de la ciudad con grupos de choque, para evitar su entrada al Zócalo. Su estrategia no es cosa menor, pues el ayuntamiento pasó de optar por el diálogo, conciliación y negociación con las agrupaciones –que han operado a sus anchas por años en el centro de la ciudad– para ubicarse fuera del polígono histórico a la confrontación directa con golpeadores, apoyados por la Secretaría de Gobernación municipal. Este día veremos si su estrategia de grupos de contención funciona y evita que la megamarcha convocada para protestar frente al Palacio Municipal logre su cometido de regresar a las calles del centro, donde curiosamente impondrá su proyecto de parquímetros. Si este es el cambio de rumbo que nos prometió el edil panista, no podemos imaginar cuál será su siguiente movida.
¿Dónde está Gali?
Ahora que perdió toda la influencia que mantenía en el Ayuntamiento de Puebla con la salida de Claudia Rivera Vivanco y su grupo de poder de la comuna, vale la pena preguntarse, ¿dónde está José Antonio Gali Fayad?
La pregunta es muy pertinente en estos tiempos, pues con la mira de las autoridades judiciales puesta sobre él y los integrantes de su administración, hay que vigilar los pasos del exgobernador poblano, que buscará protección en cualquier lugar. Con las recientes detenciones de exfuncionarios públicos como Guillermo Aréchiga, Juan Carlos Fernández Jasso, y la defenestración de Francisco Romero Serrano de la Auditoría, Tony Gali ya debe escuchar pasos en la azotea que vislumbran su detención. En este escenario, no sería nada extraño que el exminigobernador del estado busque cobijo en algunos lugares de la 4T, como podría ser el caso del líder parlamentario de Morena, Ignacio Mier Velasco, como se ha especulado en algunas plumas. Si siguen cayendo más exservidores públicos como ha ocurrido en fechas recientes, será cuestión de tiempo para que el siguiente en caer sea alguien del círculo cercano al exgobernador panista, inclusive el mismo Gali, como lo advirtió en días pasados el mandatario Miguel Barbosa Huerta.
La desgracia de ser Francisco Romero Serrano
En tan solo una semana, Francisco Romero Serrano pasó de tener todo el poder de la fiscalización de cuentas públicas en el estado, a estar a un paso de perderlo completamente todo. Vinculado a proceso por violencia familiar, detenido por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita, suspendido de su cargo, el Congreso local ya inició su proceso de remoción en la Comisión de Control Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del estado (ASE). Y es que los diputados no quisieron esperar un sólo día, pues por aquí fue aprobado el acuerdo para el procedimiento, los integrantes de la comisión procedieron a darle trámite para iniciar lo antes posible. La mala noticia para Romero Serrano: los diputados saben perfectamente donde localizarlo para notificarle de las solicitudes de remoción para que el reloj empiece a correr y su cabeza esté por rodar.