La familia Rivera Nava convirtió a Chignahuapan en el nuevo capítulo de la tragicomedia que vive el PRI poblano. Vea usted: Lorenzo Rivera Sosa, el patriarca de la familia caciquil, no contento con haber impuesto como alcalde a su hijo Lorenzo Rivera Nava, ahora pretende asumir la presidencia municipal por segunda ocasión (antes lo fue en el periodo 1999-2002). Así como lo lee. El hijo se va y llega el papá. El objetivo es que la familia no pierda la oportunidad de vivir a costa del erario. Y para que Lorencito no se quede sin nada, su papá ya le pidió la dirigencia estatal del expartidazo, que ahora padrotea Néstor Camarillo Medina, que lo haga candidato a diputado local porque, jura y perjura, que el orgullo de su nepotismo tiene todo para doblegar al ingrato de su primo Juan Enrique Rivera Reyes, quien decidió romper con la familia por su agandalle y buscará ese mismo cargo, pero por el Partido Verde Ecologista de México. Los dos ya se inscribieron al proceso interno del tricolor y solo falta que se haga oficial su designación. Chignahuapan es el último reducto del PRI en la entidad, luego de que el Camarillo Medina decidiera destripar a su partido por un vulgar asunto de una senaduría. Eduardo Rivera Pérez, el candidato de la oposición, los tiene como sus únicos aliados capaces de apoyarlo desde la estructura del poder (no vaya usted a creer que se van a gastar el patrimonio familiar) en la Sierra Norte.
OTRA DE NESTITOR
Hace unos días se dio a conocer la renuncia de una buena parte del equipo de la Secretaría de Jurídica del Comité Directivo Estatal del PRI, encabezada por Alejandro Camacho Gazca. La renuncia del titular y sus colaboradores fue minimizada por Néstor Camarillo Medina, quien, en lugar de explicar la situación, prefirió difundir una encuesta —muy hechiza— que pone a la oposición en la pelea por las dos senadurías. Pero ahora sabemos, gracias a un reportaje de la mejor reportera de la fuente política, Mónica Camacho, que una de las razones del encono se encuentra la decisión de Nestitor de asignarle a su chalán desde que era edil en el municipio huachicolero de Quecholac, José Rafael Mármol Arellano, un sueldo similar al de un secretario del partido a pesar de que su papel es de un “auxiliar administrativo”. Así se las gasta el responsable de generar la peor crisis del tricolor en sus casi 100 años de historia. Pero la historia no termina ahí. Gracias al bien informado periodista Álvaro Ramírez Velasco, también nos venimos a enterar que Nestitor tuvo la ideota de apagar la rebelión de los abogados priista con la imposición de un nuevo secretario: Edgar Iván Bautista Cilia. El problema es que el nuevo abogado del expartidazo enfrenta varios asuntos judiciales ligados con el pago de la pensión alimenticia. ¡Biba la oposición!