Desde 1929, el PRI y sus diferentes membretes no ha dejado de postular a su propio candidato a las elecciones presidenciales. Tuvo que llegar Alejandro Cárdenas Moreno, alias Alito, para romper con esa línea histórica y ayudar al presidente Andrés Manuel López Obrador a cumplir con uno de sus principales objetivos políticos: Exterminar al tricolor para siempre en la vida del país. Para lograr esta involución, el exgobernador de Campeche solo tuvo que simular el empuje de una candidata (Beatriz Paredes Rangel), poner a la estructura a su disposición, presionar al interior del Frente Amplio por México y, al final, ceder todo al Partido Acción Nacional, el principal adversario político del tricolor en su historia. En defensa de Alito no sobra decir que tenía como opción destruir a su partido o ir a la cárcel, así que optó por ser el responsable del deceso del tricolor sin que eso signifique que le vaya mal, ya que tendrá en la bolsa jugosas candidaturas para él y los suyos, además de en aquellas zonas en las que puede sacrificar a sus abanderados por el bien de la 4T. El cáncer Alito llegó por la puerta de atrás, siempre se supo que era un palafrenero del lopezobradorismo, cuando quiso salirse del papel para el que fue contrato simplemente le recordaron su pasado corrupto y le hicieron sentir el frío de los procesos judiciales. Por la noche trascendió que Beatriz Paredes podría ser la candidata del frente a la Ciudad de México, pero esa especie tiene una objeción de mucho peso: el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, ha trabajado desde hace varios años para Santiago Taboada, delegado de la alcaldía Benito Juárez, sea el abanderado, debido a que los números podrían ayudarlos a quedarse con la plaza. Por Morena, la tlaxcalteca tendría que enfrentar a Ricardo Monreal Ávila, quien se perfila como el candidato y como lo ha publicado el periodista Mario Alberto Mejía: “El único que parece reunir los requisitos para ganar es quien le jugó las contras a Morena y a Claudia Sheinbaum: Ricardo Monreal. En 2021, su operación ayudó para que el PAN se llevara triunfos en zonas morenistas. Eso, sin embargo, lo hace el candidato idóneo. Y aunque Claudia Sheinbaum lo deteste, sólo Monreal podría asegurar la victoria holgada que se requiere para obtener la mayoría calificada. No es gratuito que mientras Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y la propia Sheinbaum hicieron campaña en todo el país, el senador con licencia se metió de lleno en la Ciudad de México. Este viejo lobo de los océanos sabe tocar el clarinete y el trombón al mismo tiempo. Su nominación francamente se hace necesaria. No hay nadie más que tenga en su maleta aliados, cómplices y parias. Todos esos personajes sirven para ganar una elección”. Así o más claro.
viernes, noviembre 22, 2024
