Independientemente de cuál sea la resolución final del Consejo General del INE respecto de la paridad de género para las gubernaturas, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) solamente podrá cumplir con sus estatutos y, a la vez, con la paridad aritmética pura, si envía a las competencias constitucionales a cinco hombres y cuatro mujeres, en los nueve estados en que se elegirá titularidad del Ejecutivo local. No hay otra forma.
Me explico: no importa si el Instituto Nacional Electoral (INE) define el martes, que será la votación que deben ser cinco mujeres y cuatro hombres, como propone el proyecto que fue presentado para su votación el jueves pasado, pero que desecharon consejeras y consejeros por un error, dicen ellos y ellas que una “confusión” en la votación, la que debe ser repuesta en los próximos días u horas.
Si el Consejo General, finalmente, aprueba que deben ir a esas nueve elecciones (ocho gubernaturas y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México) más mujeres que hombres, al tratarse de un número impar, de cualquier modo, Morena tendrá un argumento jurídico que se ve incontrovertible, para enviar más varones que mujeres.
El partido lopezobradorista, hasta hoy, en el global de las elecciones a gubernaturas ha enviado más mujeres que hombres.
Precisamente en esa ponderación total, de las 32 entidades federativas del país, y no solamente en los procesos que estarán en disputa en 2024, con nueve gubernaturas, es que Morena lleva ventaja en la postulación femenina y ahora debe ir con más hombres.
Va la explicación detallada:
Desde que en 2021 comenzó a aplicarse la regla de paridad de género para las gubernaturas, han ocurrido 23 elecciones de gobernador o gobernadora.
En 2021, hubo ocho candidatas y siete candidatos en las 15 elecciones a gubernaturas; en 2022, tres y tres, y en 2023, una y uno.
Desde entonces, Morena ha postulado, en total, 12 mujeres y 11 hombres.
Ahora, en 2024, para llegar a la paridad efectiva y pura aritméticamente, Morena tiene que ir forzosamente con cinco hombres y cuatro mujeres. No hay otra opción.
Sólo de esa manera, se habrán postulado, al cierre del ciclo de la elección de las 32 entidades federativas, 16 hombres y 16 mujeres.
Paridad efectiva y aritméticamente pura: 16-16, que además está estipulada en los Estatutos de ese partido.
No deben verse sólo las nueve elecciones de 2024, sino las 32, desde que el TEPJF impuso esa regla, para el proceso de 2021. (La redacción tan reiterada es a propósito).
El argumento jurídico es incontrovertible y si el INE impone a todos la regla para 2024 de cinco mujeres y cuatro hombres, con mucha probabilidad, la dirigencia de Morena lograría que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le dé, al fin de cuentas, la razón.
Pero el brete real para el morenismo y para los demás partidos y la coalición opositora del PRI, PAN y PRD es que no tienen suficientes mujeres ni para el 4-5 y menos para el 5-4 (mujeres hombres).
Se siguen padeciendo los estragos de la ancestral predominancia masculina en política y el débil impulso que los partidos han dado a la participación femenina en la vida pública.
Ningún instituto político, tiene suficientes candidatas con alta competitividad, para las nueve entidades con elecciones de gubernatura: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Tampoco pueden, como antaño, enviar a mujeres a las plazas en las que no tienen oportunidad de ganar, porque para evitar esa práctica machista y tramposa, se instauraron los bloques de competitividad que aún no han sido formal y definitivamente establecidos.
¿Qué harán? Al menos en el caso de Morena, la virtual candidata Claudia Sheinbaum dijo, el lunes pasado en la reunión con los aspirantes de todo el país, que las mujeres llevan mano, donde haya una mujer competitiva, ahí se le dará prioridad.
Entonces, que nadie se sienta ungido de antemano por su género.
Eso tampoco está resuelto todavía para ningún estado.