La elección del Estado de México es vista en Palacio Nacional como la clave de lo que vendrá en 2024.
El resultado del 4 de junio definirá sobre todo el nombre del sucesor del presidente López Obrador.
Y sólo hay dos sopas:
Si la ganadora es Delfina Gómez, como prevén en Morena, Claudia Sheinbaum mantendrá sus expectativas de ser la candidata a la Presidencia de México.
Si el resultado es adverso, la baraja se abrirá según las normas del denominado póker tapado.
Hoy por hoy estamos en la etapa previa:
Tras el reparto de cartas (precandidaturas), se realiza una ronda de apuestas.
(En eso estamos actualmente).
Posteriormente se procede al descarte.
(Eso ocurrirá después del 4 de junio).
En esta fase, cada jugador puede descartar las cartas que desee o mantener las cartas que tiene.
(El único jugador es el presidente).
A continuación se realiza otra ronda de apuestas.
(La apuesta definitiva).
La noche del 4 de junio, AMLO hará dos llamadas:
Una, para felicitar a Claudia Sheinbaum por el triunfo en el Estado de México.
(Y por su eventual designación).
Otra, para felicitar a Delfina Gómez.
(Éste es el escenario ideal).
De ocurrir una eventual victoria de Alejandra del Moral, el presidente hará una sola llamada.
Y ésta será para convocar a una reunión urgente, y de análisis, con su grupo compacto.
(Este escenario no es el deseable).
Todo pende del 4 de junio.
El presidente lo sabe.
Sheinbaum lo sabe.
Los gobernadores lo saben.
Los únicos que parecen ignorarlo son los aspirantes —en esta caso— a Casa Aguayo.
El 4 de junio ocurrirá un fenómeno parecido al efecto dominó (o reacción en cadena).
Éste es —según la definición clásica— el efecto acumulativo que se produce cuando un acontecimiento origina una cadena de otros acontecimientos similares. “Se produce cuando un pequeño cambio origina un cambio similar a su lado, que a su vez causa otro similar, y así sucesivamente en una secuencia lineal”.
Lo que ocurra, pues, el 4 de junio en el Estado de México originará una cadena de otros acontecimientos similares.
Esto también lo sabe la oposición.
Esos comicios no son cualquier cosa para la coalición del PRIAN (en la que también está jugando Movimiento Ciudadano).
Vea el hipócrita lector:
Juan Zepeda fue bajado de la contienda por el senador Dante Delgado en aras de no quitarle votos a Alejandra del Moral.
De esta manera, los electores sólo tendrán dos sopas, no tres.
La sopa del PRIAN es apoyada por un grupo político que ha sido muy exitoso en lo económico y en lo político: el Grupo Atlacomulco.
El 4 de junio se definirá la suerte de los antagonistas de la 4T.
Si pierden, como se espera en Palacio Nacional, habrán de esperar seis o doce años para reconfigurar una alternativa.
Si ganan, el deseado regreso al poder podría ocurrir antes.
Los números no mienten.
Esta entidad suele otorgar el 15 por ciento de los votos al candidato ganador de la presidencia de México.
Y es que vota el 13 por ciento de la lista nacional.
Es decir: unos 12 millones 250 mil electores.
El nombre de la película sería:
Es todo o nada.
Ha trascendido que en una reunión privada entre el presidente López Obrador y el gobernador Del Mazo, el primero le dijo al segundo que nadie metiera las manos el 4 de junio.
Y algo así hemos visto.
No se ven cargadas de los gobiernos federal y estatal.
No se ha detectado financiamiento público.
Todo parece transcurrir lejos de lo que siempre ocurre.
La duda mata:
¿Ese pacto se respetará hasta el final?
En el libro “Negocios de familia”, de Francisco Cruz y Jorge Toribio Cruz Montiel, hay una anécdota que ilustra muy bien el carácter —y la ambición de poder— del grupo Atlacomulco:
“En 1940, doña Francisca Castro Montiel, vidente del pueblo, reunió a los notables del municipio para profetizarles con voz de arcano mayor: ‘Seis gobernadores saldrán de este pueblo. Y de este grupo compacto, uno llegará a la Presidencia de la República’.”
Y así ocurrió:
Los originarios de Atlacomulco que han sido gobernadores son: Isidro Fabela, Alfredo del Mazo Vélez, Alfredo del Mazo González, Salvador Sánchez Colín, Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto. (El actual gobernador —Alfredo del Mazo Maza— nació en Toluca).
De todos ellos, Peña Nieto fue el presidente que supo ver doña Paca.
Cuánta falta nos hace esa vidente para que nos diga lo que veremos este esperado domingo 4 de junio.