Juan Carlos Fernández Jasso fue imputado en 2016 en un proceso que se le siguió a cinco exfuncionarios más relacionados con la Secretaría de Medio Ambiente.
Rafael Moreno Valle era el gobernador del estado.
Juan Carlos y los otros señalados habían trabajado en el gobierno de Mario Marín Torres.
En 2018 —el 28 de diciembre—, el proceso siguió su curso.
Las notificaciones empezaron a llegar y los imputados se ampararon.
Salvo uno: Juan Carlos Fernández Jasso.
Al no ser notificado, no consideró oportuno estar atento al procedimiento.
Sus excompañeros enfrentaron el proceso en libertad y terminaron por ser absueltos.
De pronto, el lunes pasado, Juan Carlos fue aprehendido.
Las especulaciones en algunos medios de comunicación abundaron.
A falta de información, inventaron.
La trama en la que metieron a Juan Carlos nada tenía que ver con su breve paso por la Dirección de Museos.
Su participación en un supuesto saqueo fue el delito que le inventaron.
Juan Carlos cometió un error crucial: descuidó el procedimiento judicial en su contra.
Nada tuvo que ver en el delito señalado por las autoridades.
Quizás por eso no le dio importancia al tema.
Se metió a lo suyo.
Incluso se metió de lleno en el mundo de la pintura, su pasión.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta dijo en la rueda de prensa de este miércoles que la denuncia en contra de Fernández Jasso no fue interpuesta por su gobierno.
Y, si se le dio trámite, fue por un tema de natural seguimiento.
Una reportera le preguntó que si Juan Carlos también estaría involucrado en el supuesto saqueo de los museos poblanos.
Nueva respuesta del gobernador: ignoro quiénes están involucrados en ese supuesto saqueo.
Si las cosas se mueven como tienen que moverse, Juan Carlos quedará libre en los siguientes días para enfrentar el proceso en libertad.
Y con el tiempo demostrará que, en efecto, nada tuvo que ver con ese asunto judicializado en tiempos de Rafael Moreno Valle.
Cómo olvidar que el entonces gobernador se le fue con todo a Francisco Castillo Montemayor, titular de la Secretaría en la que Juan Carlos trabajó como subsecretario.
Fue tal el rencor de Moreno Valle en contra de Castillo Montemayor que antes de dejar Casa Puebla, metió a la cárcel a éste.
Esa obsesión terminó por involucrar a los colaboradores cercanos a Castillo Montemayor.
Entre ellos a Juan Carlos.
Sobra decir que el exsecretario interpuso una denuncia en contra de varios personajes ligados a Moreno Valle por fabricación de delitos.
Ésa es una de las claves de esta trama.