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domingo, noviembre 24, 2024

Un presidente desafiado

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¿Qué vi durante la transmisión de la elección del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República en la mediocre transmisión del Canal del Congreso?

(La producción y el manejo de cámaras fueron anticlimáticos y me recuerdan los programas de la peor televisión del mundo: la cubana).

Tras ningunear a Alejandro Armenta —con el feroz argumento de que nunca se ha sentado con el presidente López Obrador—, Gabriel García se decantó por el candidato de Palacio Nacional: Higinio Martínez.

Lo mismo hizo el petista José Narro.

Hasta ahí, el vals era pulcro y perfecto.

La abuelita del Senado, doña Olga Sánchez Cordero sonreía de felicidad al ver que los chambelanes no perdían el paso.

El único rostro duro de la mesa era el de Armenta.

Y es que ese vals no sabía bailarlo.

La estrategia era impecable: se trataba de darle un premio de consolación a Higinio Martínez, líder nato de la maestra Delfina Gómez, virtual candidata a la gubernatura del Estado de México.

De hecho: Gabriel García, defenestrado coordinador de los súper delegados a nivel nacional, argumentó que la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado cruzaba las elecciones del Estado de México.

Y cómo no si el gran factor para que doña Delfina gane es el multicitado Higinio.

Con éste empoderado, se evaporan las probabilidades de que las elecciones se enrarezcan.

Al no concretarse, todo se derrumbó.

García, Narró y la ministra —como le siguen diciendo a Sánchez Cordero— evidenciaron su falta de músculo y su ausencia total de operación.

Todos ellos juntos fueron incapaces de frenar la maquinaria de Ricardo Monreal, quien logró que Armenta se impusiera pese al rechazo de la oposición.

En Palacio Nacional es evidente que la noticia de la derrota de Higinio no cayó nada bien.

Y es que la operación Salvemos a Delfina se complica.

Higinio suelto es peligroso.

El premio de consolación tendrá que ser otro.

Monreal, es claro, desafió al presidente López Obrador.

El tránsito de Alejandro Armenta por la Presidencia de la Mesa Directiva no será fácil.

Será tortuoso.

Y es que desde Palacio Nacional es visto como el senador más cercano a Monreal.

La Ley del Hielo es una nieve que se sirve fría, faltaba más.

Monreal ya la probó durante meses.

Los desayunos que regularmente hacía con el presidente un día se enfriaron, y el divorcio sobrevino como una sierra eléctrica.

Armenta vivirá su propia Siberia.

Debe tener a la mano un buen abrigo para enfrentar el frío presidencial.

Los políticos profesionales saben que no hay nada peor que ese frío que provoca pulmonías inéditas.

Ufff.

Hay que tener ciencia y paciencia, señores.

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