No es gratuito que al informe del gobernador Sergio Salomón haya acudido el exgobernador José Antonio Gali Fayad.
Ese hecho resume algo que anunció que haría a los pocos días de haber asumido la gubernatura.
Justo el 5 de enero de 2023, cuando Gaby Bonilla, su esposa, rindió protesta como presidenta del DIF estatal en el Centro Expositor, el gobernador habló por primera vez de la reconciliación que requería el estado.
La sola expresión generó un debate natural, pues el núcleo duro del barbosismo no coincidió con él.
Incluso, la propia doña Rosario Orozco, viuda del gobernador Miguel Barbosa, señaló en su discurso de ese día que una reconciliación como estaba planteada no era de su agrado.
No obstante, el gobernador no cejó en su intentó y profundizó en esa tarea todos los días de este año.
Podrá uno estar de acuerdo o no en el método elegido, lo cierto es que la presencia de Gali Fayad fue la prueba mayor de que la reconciliación emprendida por el gobernador le ha dado frutos democráticos.
El hipócrita lector conoce mi opinión acerca de Gali.
Sin embargo, el hecho de que haya sido invitado en su carácter de exgobernador elevó la idea que se tiene de Sergio Salomón.
En todas las mesas se habla de su gran tolerancia y de la apertura que ha beneficiado, entre otros, a grupos señalados por el dedo admonitorio de la justicia.
La irrupción, pues, de Gali en el primer informe de gobierno de nuestro personaje habla de que esa apertura y esa reconciliación gozan de cabal salud.
Esos son, sin duda, gestos audaces.
Profundamente audaces.
Y aunque algunos no estén de acuerdo con esas expresiones de profunda tolerancia, hay en ellos un germen que muchos ven como sano y necesario.
El mensaje es claro: necesitamos reconciliarnos entre los poblanos para lo que viene.
La frase está muy lejos de ser hueca y demagógica, sobre todo si recordamos que desde el 24 de diciembre de 2018 la entidad entró en una espiral de desasosiego y cambios de gobiernos.
Soy de los que creen profundamente que el gobernador Miguel Barbosa hizo muy bien en intentar desmontar el modelo de negocios que imperó en la era morenogalista.
Pero también creo que la nueva época de apertura y tolerancia encabezada por el gobernador Sergio Salomón era necesaria para reconciliar a la sociedad.
Sigo siendo crítico de Tony Gali.
Faltaba menos.
Pero verlo como se mostró este jueves envió un mensaje poderoso en favor de Sergio Salomón.
Qué mejor manera de celebrar su primer año como gobernador del estado.
