11.8 C
Puebla
viernes, enero 17, 2025

Santería cubana en Casa Puebla

Más leídas

Casa Puebla estaba abandonada.

El gobernador Guillermo Pacheco Pulido decidió vivir en su casa en lugar de mudarse los seis meses del interinato a la residencia oficial.

Una mano poderosa, sin embargo, le dio permiso al senador Pedro Haces para que celebrara su cumpleaños en los amplios jardines, ahí donde las fiestas de los ex gobernadores eran terrenales como ellos.

En el ágape del senador y líder sindical corrió el alcohol como en los buenos tiempos.

Tras la celebración, hubo que hacer limpieza general.

Un encargado del nuevo gobierno supervisó minuciosamente todo.

Cuando ingresó a la zona en la que vivían los exgobernadores, un auxiliar se acercó sigiloso.

—Jefe, encontramos unos monitos.

—¿Unos monitos?

—Bueno, unos muñequitos medios raros.

En la estancia, en un sillón abandonado y polvoso, el supervisor vio el hallazgo. Eran unos muñecos negros vestidos de colores chillantes: amarillo, azul, rojo…

Las expresiones no eran amables. Al contrario: se veían desafiantes.

Pidió que envolvieran todo y lo llevó con su superior a una oficina del CIS.

—Mire lo que encontramos en algunas habitaciones de Casa Puebla, licenciado —le dijo.

Y vació el contenido en una mesa de juntas.

—¡Es santería cubana! —dijo exultante—. ¡Changó, Elegguá, Yemanjá, Oggún, Occhún, Yemayá, Oshún!

Mientras decía los nombres, daba vueltas alrededor de la mesa. Su rostro había cambiado.

Estaba encendido. No paraba de hablar.

—¡Son muñecos Orishas! ¡Es Palo Mayombe! ¡Eggun, Nfuiri! ¡Yoruba, pues! ¡Están bien cargados! ¿Los tocaste?

—¡No, señor!

—¡Si alguien los tocó se lo va a llevar la chingada!

El funcionario mandó un informe detallado del hallazgo a sus superiores. Le pidieron que fuera explícito.

—Son seres divinos preparados para proteger a quien ha sido bendecido —explicó—. No soy un experto, pero sirven para la magia negra y para la magia blanca, así como para distintos tipos de ligamientos sexuales y amarres amorosos.

—¿A quién pertenecían?

—No lo sabemos, señor. Ya investigué y nadie sabe. Estaban en distintas habitaciones de Casa Puebla.

Los muñecos o seres fueron guardados en una bodega del CIS, en tanto que el auxiliar que los halló y tuvo contacto con ellos apareció muerto misteriosamente en un departamento de su propiedad ubicado en la 11 sur en diciembre de 2019.

Su esposa dijo que de un día para otro se enfermó de gravedad y que falleció cuando ella fue a buscar a un médico. Lo encontraron con espuma en la boca y unos ojos llenos de pánico, desorbitados.

(Continuará).

Notas relacionadas

Últimas noticias

spot_img