Un bebé de tres meses de nacido, llamado Tadeo, fue enterrado en un panteón de la Ciudad de México hace unas semanas.
Luego fue exhumado por manos extrañas y hallado en un contenedor de basura en el Cereso de San Miguel, en Puebla.
(De entrada, esto es execrable, vomitivo, y habla de una descomposición social brutal).
Reinserta, una organización civil presidida por Saskia Niño de Rivera, abrió el ostión y denunció los hechos.
(Gabriel Castañeda Gómez Mont, señalado por Amarande Riojas de una supuesta violación, forma parte de esa organización civil al igual que su hermana Mercedes).
Amarande Riojas ha denunciado a Reinserta de ser cómplice del presunto violador al guardar un silencio ominoso sobre el caso.
Incluso, dijo en un video, puesto a circular en las redes sociales, que Castañeda Gómez Mont administra dicha organización y que su hermana es socia de la misma.
Cosa curiosa: Saskia Niño de Rivera publicó en noviembre de 2021 una carta dirigida a un agresor sexual en el diario El Universal.
Ahí planteó un terrible caso ocurrido durante su infancia y se pronunció por el castigo a toda clase de violadores.
Sin embargo, sobre el caso Amarande no ha dicho una sola palabra.
Regresemos a Tadeo.
Las especulaciones se multiplicaron.
Muchos afirmaron, sin pruebas, que el menor había sido introducido al penal cargado de drogas.
Otros más hablaron de ceremonias satánicas teniéndolo a él como parte protagónica.
Arturo Rueda escribió en su columna de Cambio que detrás de la trama se encontraba, entre otros, el chiapaneco Raciel López, ex secretario de Seguridad Pública, quien fue echado del gobierno de Miguel Barbosa Huerta por ser el “jefe de la mafia” que se hizo del control de la Policía Estatal —para infiltrarla por delincuentes bajo sus órdenes— y de los centros de rehabilitación social de todo el estado.
Sobre esta hipótesis regresaré más adelante.
Unas palabras del gobernador —traducidas convenientemente por sus enemigos y críticos de buró— generaron otra polémica.
¿Qué dijo el gobernador que lastimó el cogote límpido de las organizaciones civiles?
“Ha habido mucha especulación. Activistas que se dedican a hacer aseveraciones sin sustento para ganar protagonismos, con el ánimo de desgastar al gobierno, van a silenciarse”.
(Es decir: van a quedarse calladas).
La traducción fue que el gobernador amenazaba a los activistas.
Saskia Niño de Rivera se sintió amenazada.
La hermana del supuesto violador, también se dijo amenazada.
Vaya: hasta el ex senador Javier Lozano Alarcón, padre de Javier Lozano Ponzanelli —otro de los señalados por Amarande Riojas de haber abusado sexualmente de ella—, escribió en un tuit: “¿Es amenaza, gobernador?”.
¿Ya olvidamos que Lozano sí amenazó al dueño de MVS —Joaquín Vargas— en su calidad de secretario de despacho de Felipe Calderón con esta bonita frase: “Si recontratas a Carmen Aristegui, a tu proyecto se lo va a llevar la chingada”?
¿Y qué decir del “coopelas o cuello” en la trama Zhenli Ye Gon?
Flaca es la memoria.
¿Dónde estuvo, pues, la amenaza?
Otra que tradujo convenientemente las palabras del gobernador fue una organización que goza de cabal descrédito: Artículo 19.
La misma que se puso del lado de los victimarios —que suben a las redes videos de chicas teniendo sexo— durante el debate legislativo de la Ley Olimpia.
La misma que recibe recursos económicos del Departamento de Estado de Estados Unidos y que está ligada a Claudio X. González, patrocinador de Mexicanos Contra la Corrupción, quien jura que, en 2024, él y otros —PRI, PAN y PRD— echarán a Morena de Palacio Nacional.
Pura finísima persona.
Fuentes ligadas a administraciones pasadas, y expertas en temas de seguridad, me dijeron que no es nada fácil introducir a un bebé a un Cereso.
(La tesis del bebé cargado de drogas es ridícula tratándose de cualquier cárcel mexicana. Es más fácil conseguir drogas dentro que fuera).
Los protocolos de revisión, juran, son brutales, salvo que exista un hilo de complicidad.
Y es aquí que regreso a la columna de Rueda.
Uno de los más notables internos de San Miguel trabajó para Raciel López como director, precisamente, del Cereso.
La venganza es una cerveza que se toma fría.
Raciel y su mafia están furiosos.
Cualquier que haya manejado los reclusorios —y Raciel López los manejó al cien por ciento— dejan aliados que, en casos como éste, son muy eficientes.
¿Qué ganan con esta trama?
El escándalo, el morbo y la intervención de organizaciones civiles tan puras como las aquí involucradas.
El coctel perfecto para la culminación de un montaje.
Tiene razón el presidente López Obrador cuando le preguntaron sobre el caso en la Mañanera de este lunes:
“(La trama Tadeo) tiene que ver con la podredumbre del pasado reciente”.
Y en ese costal caben, entre otras, organizaciones como Reinserta y Artículo 19.
Lucrar es la divisa.
Faltaba menos.
Y lo que menos les interesa, por cierto, es Tadeo, que ya regresó al lugar de donde jamás debió haber salido.
