Mario Alberto Mejía
Elegante, firme, Tatiana Clouthier se quitó el “moñito” del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer —que llevaba en su blusa— y lo puso en la mesa.
Lo hizo en protesta por las palabras de la diputada prianista Ana Teresa Aranda.
“Me lo quito (el moñito) porque has sido grosera con las mujeres. Le has perdido el respeto a las mujeres”, dijo con el énfasis singular de quien se siente agraviada.
Desde su lugar, la diputada cacha maletas marinistas —cómo olvidarlo— puso cara de qué le pasa y le dio un trago a su vaso de agua.
No era para menos.
Ese jueves 25 de noviembre, la comparecencia de la secretaria de Economía transcurría muy bien.
El diálogo era cordial y crítico, pero sin agravios.
No fue sino hasta que la diputada Aranda hizo uso de la palabra cuando las formas se rompieron.
Palabras más, palabras menos, dijo que Tatiana Clouthier era sumisa al presidente López Obrador.
Luego se refirió al padre de la secretaria —Manuel J. Clouthier— como si hubiese sido su mentor.
Su verdadero mentor fue, faltaba menos, Mario Marín, quien, como gobernador de Puebla, le puso un helicóptero para que le ganara la candidatura del PAN a la gubernatura a Rafael Moreno Valle.
También, faltaba más, dice Carlos Ibáñez que le mandó espléndidas maletas —vía Javier López Zavala— a cierto lugar de la colonia Condesa, en la Ciudad de México.
Nada de eso funcionó, pues Ana Tere perdió como siempre.
Tatiana Clouthier hace bien en no preocuparse ni ocuparse de ella.
En Puebla, todos la conocemos por su marinismo y sus expresiones vulgares en contra de las mujeres.
No podía ser de otra manera.
Hipócrita Lector. Fue una noche redonda la del jueves pasado en el octágono de la Casa Club de La Vista en el arranque de Hipócrita Lector.
La recepción de este periódico cruzado de página web fue emotiva.
Y a partir de ese día —una vez que empezó a circular en WhatsApp, las redes y los puestos de periódicos— ha sido excepcional.
Hay que decir que, por razones de pandemia y de temporada de fin y de principio de año, la edición impresa circulará, por lo pronto, algunos días emblemáticos.
Con el paso del tiempo regularizaremos ese tema.
Este proyecto nació con alas.
Y ya empezó a volar.
Al mismo se integrarán próximamente dos de los mejores escritores mexicanos: Pedro Ángel Palou y Carlos Chimal.
Ambos son autores de decenas de libros y poseedores de plumas brillantes.
Desde este espacio quiero agradecerle profundamente a Olivia Salomón, Emmanuel Couttolenc y la familia Moreno Valle (Tony, Juan Carlos, Rafa y Jorge) por todas sus atenciones.
El acto de lanzamiento de Hipócrita Lector no hubiera tenido el éxito que tuvo de no ser por ellos.
Gracias también a Javier Pacheco Pensado por todas sus gentilezas.
La presencia del gobernador Miguel Barbosa Huerta fue clave para este arranque.
En su mensaje hubo notas al pie de página más que elocuentes.
Gracias a todos.
