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jueves, noviembre 21, 2024

La odiadora de los teziutecos ya es vocera del PRIAN

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Pésima idea la de convertir a Nancy de la Sierra en la vocera de Eduardo Rivera, candidato del PRIAN a la gubernatura de Puebla.

Su reputación la precede.

Vea el hipócrita lector.

Después de ser una marinista conspicua, pasó a ser fan del peñanietismo.

En el sexenio de Peña, por cierto, fue delegada de Prospera.

Todo iba bien con su priismo hasta que dio un conveniente giro a la izquierda.

Esto ocurrió cuando era más que evidente que Andrés Manuel López Obrador ganaría las elecciones de 2018.

En ese momento, renunció al PRI y se convirtió en candidata al Senado a través del Partido del Trabajo, célula extraviada de Morena.

Ya en la Cámara Alta, y tras una estancia gris en su bancada, rompió con quienes le consiguieron el escaño y pasó a formar parte del denominado y diminuto Grupo Plural.

Hoy, lejos de quien la llevó a tener cierto poder, se ha convertido en vocera de Eduardo Rivera.

Le dejo al lector dos cerezas del pastel como colofón.

Después de que en 2015 perdió la diputación federal con Juan Pablo Piña en Teziutlán —su patria chica—, estalló en contra de sus paisanos en un programa de internet conducido por Enrique Núñez.

Cómo olvidar ese desaguisado.

La ex candidata del PRI-Verde había ido días atrás a Teziutlán a la boda de una sobrina suya.

En ese momento, en ese contexto, dijo lo que después quiso negar: que odia a los teziutecos.

No sólo a los que en 2015 votaron por Piña.

A los que votaron, incluso, por ella misma.

Nancy dijo, como no queriendo, que odiaba a los teziutecos.

—Me encanta ver a la gente, pero los odio.

Núñez preguntó asombrado:

—¿A quién odias?

—A los teziutecos en general —respondió la teziuteca.

—¿Pero cómo los odias si fuiste a buscar el voto allá? —terció Fernando Maldonado.

—Odio la lógica de la gente. Odio a los teziutecos en general. Odio cómo es el pueblo a raíz de ––respondió.

—¿Es difícil? —preguntó Núñez.

—La gente es muy difícil, muy complicada —argumentó.

También confesó que estuvo a punto de decirle sus cositas al entonces presidente municipal —Toño Vázquez—, quien llegó a la boda, según sus palabras, “de arrimado”.

Tras el escándalo suscitado a raíz de la publicación de sus dichos, la entonces secretaria técnica del Consejo Político Estatal del PRI quiso cambiar la versión.

Cosa imposible

Ahí está el video que demuestra que su odio no es por un tema electoral.

Es, como diría Octavio Paz, un corte de caja con el pasado de quienes se sienten superiores a sus orígenes.

El problema es que la autora de este dicho es ahora vocera de Eduardo Rivera.

¿Cómo le hará cuando vaya de gira con él a su terruño?

¿Les pedirá perdón a sus odiados paisanos por ese agravio que no olvidan?

¿Contratará a un vocero que niegue sus propias palabras?

Pésima idea la de la vocería.

A este paso pronto va a odiar también a los poblanos como detestó en su momento a su hoy compañero Mario Riestra, abanderado del PRIAN a la alcaldía de Puebla.

Al final del debate entre candidatos al Senado, en 2018, lo llamó “gato”.

(Hay un video que circula en YouTube en el que llama “gatos” a Nadia Navarro y al arriba citado).

Antes, durante ese debate, le lanzó un “serénate Riestra, esto apenas empieza”.

Hoy van en el mismo barco y hasta se toman fotos.

Incluso aquella foto que en su momento le negó por “gato”.

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