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viernes, noviembre 22, 2024

La cena del presidente con quienes aspiran a sucederlo (Notas, silencios, claves, alteraciones)

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El presidente López Obrador tiene los reflejos perfectamente activados.

Mientras la dirigentes de la oposición están cotejando el número de las placas del tráiler que los arrolló, el presidente ya cerró esa trama e inició una nueva: la del 2024.

La noche del lunes cenó un pollito con los cuatros aspirantes a sucederlo y los gobernadores de Morena.

Bajo la lluvia, amparados en la oscuridad —una escenografía muy shakesperiana—, los contertulios hablaron en un restaurante llamado El Mayor —otra clave sutil de la nueva trama— del único tema que importa en la agenda del poder: la sucesión.

La primera regla respira en función de la experiencia mexiquense: la unidad.

La segunda tiene que ver con la separación de los cargos para darle cuerpo al piso parejo.

(Una demanda persistente del Conde de Ebrard).

Ya sin éstos, la contienda adquirirá la legitimidad deseada.

Todos serán iguales en el planeta morenista del desempleo.

Claudia Sheinbaum ya no despachará en el antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Marcelo Ebrard ya no será llamado “el canciller”.

Adán Augusto López abandonará en teoría el Palacio de Covián.

Y Ricardo Monreal renunciará a la jauja del Senado.

Y aunque las precampañas —de acuerdo con la ley electoral— empiezan a finales de noviembre, los aquí nombrados continuarán con las que iniciaron hace meses.

La duda mata:

¿Se atreverá el INE a bajar a alguien de la puja?

Sería un escándalo.

Shakespeare mueve las fichas del tablero de ajedrez desde Palacio Nacional.

Sobra decirlo: el presidente ya inició también la campaña por la mayoría calificada del Congreso de la Unión en sus dos vertientes: la Cámara de Diputados y el Senado de la República.

Para ello cuenta también con los 23 gobernadores —doña Delfina incluida— de Morena.

Ellos cuentan con toda su confianza.

Y es que serán piezas claves en lo que ya arrancó.

La salida de los protagonistas de la cena en El Mayor fue igualmente shakesperiana:

Bajo la lluvia, bajo sombrillas negras, bajo la oscuridad del mes de junio.

Y todo cocinado por un silencio brutal.

Dirían las brujas de Macbeth:

“Salve, Macbeth, que en el futuro serás rey”.

O reina.

En este caso reina.

Faltaba más.

 

Puercos contra marranos. Una estrategia inteligente en la reciente puja por la gubernatura del Estado de México fue que Morena lanzó sus dardos en contra del PRI.

Prácticamente ignoró al PAN en su guerra electoral.

Todo se centró en el PRI.

El efecto fue brutal.

Según los estudios de opinión, este partido es el más impresentable y tiene como sinónimos la corrupción y el abuso.

En 2024 veremos repetir esa dosis no sólo en la campaña por Palacio Nacional.

Hay nueve gubernaturas en las que también se instrumentará esa estrategia.

El problema vendrá cuando un expriista pretenda vulnerar al contrario acusándolo de priista.

Ya podemos vislumbrar los debates sobre el tema.

El pasado será el centro del ataque.

En un país donde todo se centró en la Virgen de Guadalupe y el PRI será difícil escapar de ese karma.

Ganará el que pueda demostrar que el contrario es más marrano que puerco.

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