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jueves, noviembre 21, 2024

Historias de un poblano multimillonario (Baby, you’re a rich man!)

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Como comisionado nacional de Finanzas y delegado en Puebla de las desventuradas Redes Sociales Progresistas en 2019, cuya santa madre era la también desventurada Elba Esther Gordillo, Christian Macip desayunaba en restaurantes de poca monta y aparentaba una vida sencilla.

Nada que ver con la extraordinary life que llevaba en España desde principios de 2016, donde sus intereses empresariales abarcaban hasta seis sociedades en las que participa como administrador o accionista.

El diario español El Confidencial ha venido armando el rompecabezas en el que el hijo de Eduardo Macip, desaparecido del escenario poblano desde hace décadas, mantiene alianzas brutales con el empresario David Martínez, accionista y consejero de Banco Sabadell.

El 6 de marzo de este año, el diario reveló que OHLA —antes OHL— volvía a poner en el mercado Centro Canalejas: “el complejo de viviendas de lujo, galería comercial, parking y hotel cinco estrellas de la cadena Four Seasons, tras el interior intento fallido de 2020. La constructora (…) ha recibido ya varias muestras de interés por este edificio, ubicado a pocos metros de la Puerta del Sol y cuya inversión inicial rondó los 525 millones de euros. Entre los candidatos se encuentran varios multimillonarios mexicanos, como David Martínez, quien se ha asociado con otro empresario con la misma procedencia, para invertir en el sector inmobiliario en España. Se trata de Christian Eduardo Macip Rodríguez, vinculado familiarmente al conglomerado de empresas Grupo México. Un holding propietario de varias minas de zinc, tercer mayor productor de cobre del mundo y que gestiona la mayor red ferroviaria de México, Ferromer, en alianza con Carlos Slim”.

Disculpe el hipócrita lector la larga y onerosa cita.

Macip, dice El Confidencial, tiene su cuartel general en el número 10 de la calle Velázquez, cerca de la Puerta de Alcalá, “donde se han instalado numerosos millonarios latinoamericanos”.

Vaya puja en la que está metido el hijo de Lalo Macip.

Gastar 525 millones de euros en el Centro Canaleja no es algo que suceda todos los días.

Christian Macip se ligó a Germán Larrea, dueño de Grupo México, a través de Elena Larrea, la influencer y modelo que es, además, la sobrina consentida del poderoso empresario.

Hasta donde se sabe, Christian y Elena ya se divorciaron, pero la relación con Germán Larrea sigue más vigente que nunca.

En los últimos días de 2019, publiqué estas líneas:

“El jueves se casó por segunda ocasión Christhian Macip en el Campo Marte.

“La novia no podía ser de mejor estilo.

“Y es que es la sobrina consentida de Germán Larrea Mota Velasco.

“Ahí estuvo, de lo más contento, Eduardo Macip Zúñiga, quien fue perseguido judicialmente por Rafael Moreno Valle y exonerado de toda culpa por José Antonio Gali Fayad.

“Al día siguiente de la boda, Eduardo Macip siguió la fiesta pero ahora en Acapulco, donde se casó uno de los hijos de Aarón Dychter Poltolarek.

“Gran fiesta llena de burbujas y mejores augurios.

“El sábado de muertos, Lalo Macip y Dychter, ya relajados y bailados, se fueron a comer con sus familias muy quitados de la pena”.

Ah, la felicidad.

Es difícil alcanzarla, pero no imposible.

 

 

Los Niños Cantores de Marín. Por unanimidad, la prensa marinista ha decidido que el peor gobernador en la historia de Puebla es Miguel Barbosa Huerta.

Son los mismos que fueron jefes de prensa de los personajes que, hoy, como su jefe, están convertidos en parias.

Otros más, fueron sus columnistas preferidos —ellos mismos se jactaban de eso—, y en su momento lloraron la ruptura con él —por falta de generosos convenios—, y chillaron como lechones en los rincones más sucios de Puebla.

Pero hoy, como si de una asamblea se tratase, han llegado a la conclusión con la que inicié esta historia.

En tanto, su exjefe, purga una condena en el penal de máxima seguridad por haber participado en la tortura de la periodista Lydia Cacho.

Y todavía lo justifican diciendo que él no participó directamente en la encerrona.

¡Faltaba más!

Nota Bene: cuando el gobernador Barbosa vivía, nuestros niños cantores no se atrevieron a criticarlo.

Su silencio fue de antología.

Una vez que falleció, los muy valientes empezaron a patalear.

Por cierto: cuando sale a colación el nombre de Marín, hacen mutis.

O juran que nada tuvo que ver en la tortura en contra de Lydia Cacho.

Por sus lomos los conoceréis.

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