Los búfalos siempre se mueven en función de las señales.
Una de ésas tiene que ver con el arroz.
(Ese cereal que proviene de la planta Oryza).
Cuando alguien dice “este arroz ya se coció” significa que “este proyecto —político y económico— para ganar los Juegos del Hambre —la sucesión— ya cuajó —ya amarró— en el único lugar donde debe cuajar —amarrar—: Palacio Nacional).
Si un empresario odiador del presidente López Obrador se entera de lo anterior, dejará atrás sus fobias para irse a sumar al candidato del presidente López Obrador.
(Qué cosa más extraña).
¿Cómo se le hace para sumarse a un proyecto de alguien a quien se odia?
Sencillo: la cartera no tiene patria ni lealtad, salvo con el dueño de la misma.
La usura está por encima de cualquier prejuicio.
Veo a los precandidatos de Morena rodeados de ese tipo de personajes.
Y sus lisonjas parecen verdaderas.
Lo único malo es que antes se las dedicaron a priistas y panista brutalmente corruptos.
Eso no importa.
El presente es lo que vale.
Usura no conoce el pasado.
O sí, pero ya lo olvidó.
¿Se puede detestar al presidente López Obrador y amar a uno de sus productos?
Claro que se puede.
Ahí están —aduladores y serviles— los barones del dinero.
(No todos. Algunos, créame el hipócrita lector, se salvan de la hoguera. Son generosos y leales).
Ya se toparán con AMLO y se inclinarán ante él.
(Antes lo hicieron ante Fox, Calderón y Peña Nieto. O ante Marín, Moreno Valle y Miguel Barbosa).
Son los seguidores de “este arroz ya se coció”.
Son los que andan jalando a otros como ellos para hacer negocios y lucrar, ahora, con Morena.
Y a todo esto: ¿es cierto que éste arroz ya se coció?
Para ellos sí.
No para los candidatos a los que supuestamente apoyan.
Si falla el suyo, en dos minutos cambiarán de bando.
No podría ser de otra manera.
Cierro con unos versos de Ezra Pound, il miglior fabbro:
La oveja no da ganancia con la usura.
La usura es una morriña, la usura
mella la aguja en la mano de la doncella
y detiene la habilidad de la hilandera.
Pietro Lombardo
no vino por usura.
Duccio no vino por usura
ni Piero della Francesca; Zuan Bellini no por
usura
ni fue “La Calumnia” pintada.
