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jueves, noviembre 21, 2024

En el Sexo y en la Política, donde hay Carne hay Fiesta

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Entre las malas noticias que habitan la bilis de Eduardo Rivera Pérez, el Empleado del Mes del Yunque que cobra como alcalde bisiesto de Puebla, no sólo está que el partido Movimiento Ciudadano no formará parte de la Micro Coalición que lo empujaría en 2024, sino que el 18.46 por ciento que tuvo el PRI en las elecciones extraordinarias de 2019 se iría a la Tierra de Nunca Jamás.

Me explico:

Si Rivera Pérez fuese el candidato del PAN-PRD a la gubernatura, el PRI —muy Marilyn Monroe— se lo pensaría dos veces antes de bailar un tango con él.

La razón es simple:

Su 18.46 por ciento sumado a un 33.23 por ciento —que alcanzaron juntos en el 19 el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano— daría un 51.69, lo que lo metería en una real disputa por Casa Aguayo en caso de que el candidato de Morena tuviera una osteoporosis quebradiza.

Es decir: que no fuese dueño de un fémur poderoso.

El PRI puede ser la diferencia entre ganar o perder.

Si decide convertirse en parte del PRIMOR —apéndice notable de Morena—, sumará su 18.46 al candidato del partido en el poder y apabullará a la Micro Coalición (PAN y PRD).

Si decide lo contrario —jugarla con estos dos partidos—, meterá en problemas a Morena.

Y si va por la libre —como lo hizo en 2019—, también le complicará las cosas a los cabizbajos panistas.

Sólo uno de estos escenarios es medianamente bueno para el PAN.

Por eso el PRI es como Marilyn Monroe: todos quieren bailar un tango con él.

Movimiento Ciudadano también hará lo suyo.

Ya se sabe que en cosas de sexo y política cuenta hasta el último espermatozoide o el último óvulo, pues ambos —si los astros se alinean— habrán de encontrarse en las celebérrimas Trompas de Falopio.

Pero para que haya implantación, siempre hay un útero en esta trama.

Disculpe el hipócrita lector esta aventurada cátedra de biología para explicar lo que vale el 18.46 por ciento del PRI en la elección que viene.

“Donde hay carne hay fiesta”, me dijo una vez una guapa y brillante amiga.

Y es cierto.

Puro hueso tarde o temprano cansa.

El PRI tiene la mínima pero suficiente carnita para que haya fiesta en la cama de la democracia poblana.

Quienes desoigan estos consejos pueden terminar enrollados en un tapete con varias veladoras y plañideras a su lado.

Es cosa de saber cómo moverse.

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